jeudi 30 juillet 2009

SERIE: EDITORIALES ALTER & NATIVAS DE ECUADOR 2


Lagarto Azul Ediciones
surge como trofeo de guerra
cuando descubrimos que las utopías tarde o temprano
se hacían realidad. Después de algunos años que el cuento el lagarto azul pasara semienterrado por las ventiscas del anonimato, un puñado de irreverentes plumíferos decidieron soplarle vida
al cuerpo renovado de Lagarto Azul Ediciones.
A partir de entonces, las crías están multiplicándose
como lagartijas.


Lagarto Azul Ediciones siempre tendrá algo nuevo
para ponerlo al alcance de sus manos,
porque a Lagarto Azul Ediciones no le interesa ponerse a la cola de nadie,
ni calzarse máscaras de porcelana.
Lagarto Azul Ediciones ama la antipoesía, los cuentos de habas,
las canciones de luna, y la novela escarlata.
¿Para qué atormentarnos con fábulas rebuscadas
si podemos disfrutar la ironía
de todos los días?

Venga y publique sin pena y sin pausa

en LAGARTO AZUL EDICIONES...

H.H.

samedi 25 juillet 2009

IDENTIDAD ANDINO AMERICANA


Javier Lajo
en Quito
Dónde?
Casa de la Cultura Ecuatoriana
Talleres de Literatura
Edificio de los Espejos, tercer piso
Lunes 27 de julio de 2009
18 horas


Qhapaq Ñan
La ruta andina de la sabiduría

Más en

emanzipationhumanum.de/downloads/Capac-Cuna.pdf - Similares

http://buhoandino.blogspot.com/

http://murcielagario.blogspot.com/

mardi 21 juillet 2009

KAOS EN LA RED

LEE

por una enmacipación del arte popular

dimanche 19 juillet 2009

DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO


DARK SIDE OF THE MOON


NI EL HOMBRE

NI LA MUJER

NI USA

NI LA NASA



LLEGARON A LA LUNA
STANLEY KUBRICK

Y PINK FLOYD


SEGURO QUE SÍ !



Observa
LA MENTIRA DE LA LUNA en

jeudi 16 juillet 2009

DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO (reloaded 4)

del escritor
Hernán Hermosa Mantilla

LA MUJER DE LOS PAYASOS
Y LOS REHENES DE LA MISERICORDIA
novelas

PRÓXIMAMENTE en
LAGARTO AZUL EDITORES
& K-OZ EDITORIAL



...Algunos años después de mi paso por La Concordia, cuando apenas flotaban sus recuerdos como pelusas, encontré a don Ajila en plena Colón y Amazonas. Yo iba en un bus a paso de tortuga mientras él buscaba algo en los rótulos de los almacenes. Don Ajila siempre fue un conversador extraordinario, y ese momento se me vino a la mente lo que alguna vez le dije: sus historias son dignas de una novela. Y don Ajila, muy emocionado, me respondió: ¿por qué no la escribe usted?


La idea me agradó muchísimo, pero nunca más nos volvimos a ver. Este día del encuentro tuve alucinaciones. Muy cerca de allí, en el tumulto de las 3 de la tarde, distinguí al domador del circo buscando algo que podría haber sido lo mismo que buscaba don Ajila. Entonces me puse en una situación angustiosa: ¿cómo hacer que estos dos personajes contrapuestos no se encuentren?


Extendí mi brazo para llamar su atención, pero el tráfico era tan asfixiante que difícilmente podría reconocer la palma de mi mano. Pero conforme el bus se alejaba y mi amigo parecía sembrado en el mismo sitio, yo imaginaba un cuestionamiento de su parte: ¿qué pasó con la novela de la que hablamos? Me estremecí como impactado por una descarga de 110 voltios, pero alcancé a responder: le prometo por la imagen de “La Mano Milagrosa” que a partir de esta noche me sentaré a escribir su historia. Y mientras hacía este improvisado juramento, don Ajila se perdió de mi vista.
H.H.


Hernán Hermosa Mantilla

Tabacundo 1956

Comunicador Social, Magister en Ciencias Internacionales,
y por sobretodo (es) critor.Le gusta las letras, en especial la sopa de letras.
Tiene mala caligrafía pero se las arregla como puede
para entenderse a sí mismo...

En la década de los 80 participó en los grupos La Pedrada Zurda,
La Pequeña Lulupa,
y fue cofundador del taller Matapiojo.

Ha sido premiado en el Concurso Iberoamericano
“Javiera Carrera” de Valparaíso-Chile: “Monseñor y el lagarto azul” (cuento)
y “Moisés es un negro de este porte
que se gana la vida cruzando gente al otro lado” (poesía).

Ha publicado las novelas El arcángel casi ateo y El grillo color turquesa. Pertenece al movimiento literario Demolición y anima el proyecto utópico editorial

Lagarto Azul Editores

mardi 14 juillet 2009

SERIE NOVÍSIMA POESÍA ECUATORIANA


LEE

PREMONICIÓN A LAS PUERTAS

LA PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA

DE LA ANTOLOGÍA DE
LA NOVÍSIMA POESÍA
ECUATORIANA

EN LA CASA DEL POETA PERUANO
Un proyecto de K-OZ / K bezuhela
bajo la coordinación de Freddy Ayala Plazarte
más en

samedi 11 juillet 2009

SERIE: EDITORIALES ALTER & NATIVAS DE ECUADOR 1



MATAPALO

CARTONERA

de Riobamba Ecuador


Para el Germán,
que la pintura pueda recrear lo que él ve en los sueños es la parte más bonita de asistir a la cartonera. Por eso cuando toma en la punta de los pinceles cada una de las distintas tonalidades del color, suelta su mano siguiendo más que la forma que se va dibujando ante sus ojos, el latido constante de su corazón. Así, en el poco tiempo que lleva asistiendo a los talleres ha logrado entender que soñar, ese espacio en el que la sonrisa es un signo constate, vale la pena, porque después los sueños transitan a un territorio en el que solo la fuerza de cada uno los empuja a cruzar el umbral hacia la realidad.

Como Germán, decenas de chicos a nivel de toda Latinoamérica han encontrado en los procesos cartoneros, la línea fronteriza que, superada, permite tocar el arcoíris con la palma de las manos. Chicos que, sin haberlo escogido, han sido condenados a los márgenes de un sistema injusto y exclusivo que se alimenta de las desigualdades y contrariedades como principal fuente de supervivencia.

Y es que en la mayoría de países latinoamericanos, la bandera del cartón se ha tomado espacios importantes, desde los cuales la imaginación y apuesta por la construcción de procesos alternativos han sido el combustible para resistir, y seguir empujando los sueños hacia el campo de lo posible.

Esta iniciativa responde justamente a momentos de presión económica y social,
en los que las vías tradicionales de desarrollo y progreso se ven bloqueadas por el mal funcionamiento de un aparato estatal, que recurre a los vicios de siempre para enmendar sus errores. Esas condiciones agravadas a tal extremo, dieron como resultado que en la Argentina del Corralito Bancario miles de jóvenes estudiantes de universidades y colegios, dejaran sus estudios y pasaran a sobrevivir en las calles, teniendo que preocuparse en cambio por un pedazo de pan o un lugar abrigado donde pasar la noche. Los piqueteros, como se los empezó a llamar, tomaron como puntal de lucha y resistencia la recolección de material reciclable en las calles de Buenos Aires. De uno de los tantos grupos piqueteros, surgiría entonces la inquietud de darle una forma más útil al elemento recolectado. Una que no tenga que pasar por las decisiones de las fábricas de quienes compran ese material, ni que los termine convirtiendo en simples intermediarios entre la basura y lo que la fábrica
hace
de ella.



Es así como
comandados por el artista Washington Cucurto, este pequeño grupo inicialmente da forma al sueño llamado ELOISA CARTONERA, que basaba su propuesta en la construcción de libros a partir del cartón recolectado en las calles por parte de los mismos piqueteros que hacían esta labor. Sin querer en ese entonces, ELOISA enciende una mecha que seguirá llevando la sensación de luz hacia distintos rincones del continente. Luz que ha movido expresiones similares como Sarita Cartonera (Lima, Perú), Animita Cartonera (Santiago, Chile), La Cartonera (Cuernavaca, México), Yiyi Yambo (Asunción, Paraguay), Felicita Cartonera (Asunción, Paraguay), Dulcineia Catadora (Sao Paulo, Brasil), Mandrágora Cartonera (Cochabamba, Bolivia) Yerba Mala Cartonera (La Paz, Bolivia) Santa Muerte Cartonera (DF, Mexicano) y esta noche, Matapalo Cartonera ( Riobamba, Ecuador).


Los retos y los aprendizajes permanentes, han sido dos elementos fundamentales para ir tallando poco a poco cada uno de los contornos de nuestra cartonera. Inicialmente, incentivados por la experiencia argentina, empezamos a buscar las herramientas adecuadas para poder empezar un proceso similar en nuestra ciudad. Estas herramientas, desconocidas hasta entonces, pudieron solidificarse en una suerte de orden y claridad, una vez que tomamos contacto con los integrantes de Sarita Cartonera de la capital peruana. Y es que el proceso cartonero en gran medida está influido por un enriquecimiento constante en todos los sentidos, un comportamiento de vasos comunicantes que ha logrado armar una red a nivel de todas las cartoneras del continente, las mismas que comparten materiales y aprendizajes. Así, con las experiencias contempladas de los otros espacios cartoneros, decidimos emprender este camino, que ahora se brinda hacia la colectividad.

Sería el mes de noviembre cuando en el taller del artista plástico Edwin Lluco, diéramos forma a los primeros libros cartoneros. Entonces Eduardo Yumisaca, Gabriela Falconi, el propio Edwin y mi persona, nos asomábamos a un universo hasta entonces no tocado, en el que cada uno de los materiales que podíamos encontrar en las esquinas y calles de la ciudad podían juntarse formando un todo de aleación, para dar como resultado un objeto de arte que no esté destinado únicamente para adornar las salas o estanterías de los museos, sino que desde su construcción proponga cuestionamientos, nuevos centros de difusión, formas renovadas de asistir a las
alter
nativas.


Desde ese tiempo hasta acá,
diez chicos han pasado por el proceso cartonero de Riobamba. Muchachos de escasos recursos económicos y edades comprendidas entre los diez y dieciséis años, que han recibido talleres de pintura, armado de libros y diseño de portadas, llegando a dominar, quienes se han mantenido fijos en el proceso, las técnicas de esto que es un oficio alternativo que de alguna forma, los liga a un espacio diferente al de la calle. A cambio de cada libro armado, los chicos reciben una retribución económica que también les permite verse apoyados para sus necesidades más inmediatas. Este sin duda es el objetivo fundamental que persigue el proyecto: poner en mano de los menores, las herramientas suficientes para que su enfoque de la realidad pueda desplazarse hacia un punto en el que la exteriorización de sus capacidades sea la brújula que marque el punto de orientación. Pero el proyecto no se detiene únicamente ahí. Es decir, ese objetivo social, se cumple únicamente cuando el producto que se ofrece al público, tiene una calidad que permite abrirse paso en un medio,
cargado de decadencia
y confort
mismo.


Por eso
la apuesta de Matapalo
es la de crear libros que estéticamente se presenten como únicos,
así como contundentes en el contenido que tienen. Literatura Latinoamericana actual, clásicos de la lectura que por muchas razones no llegan a las manos de quienes los necesitan, ensayos críticos, que miran a la realidad desde puntos de enfoque donde la diversidad es la discusión, ahora están al alcance de las personas que deseen leerlos, llegando así también a ofrecer libros a bajo costo que generen un nuevo mercado de lectores. Del otro lado entonces, está el sello editorial Matapalo Cartonera, que propone una literatura no subordinada a los márgenes, de los cuales el sistema se engalana como engendrador, sino que habla desde la posibilidad de las nuevas alternativas que surgen a partir de procesos solidarios, equilibrados, imaginativos y propositivos, con los que se busca, ahora parece ese el fin, hacer de este un mejor espacio para la vida.


La Casa Cartonera en la que actualmente funcionamos los talleres, está abierta para todos aquellos que deseen participar de este proyecto. Ubicados en una ciudad alejada de los circuitos culturales de presencia en el país, Riobamba es nuestro lugar de resistencia desde el cual lanzamos este proyecto a nivel de todo el país, y a donde esperamos llegar en el menor tiempo posible con nuestro textos cartoneros.

La Cicatriz, de Gabriela Alemán; Tras la Pólvora, Manuela, de Jorge Enrique Adoum; y Equis, del peruano Carlos Yushimito, son los tres primeros hijos de este sueño. Los mismos que ahora se abren al mundo, y abren la estela de luz detrás de la cuál llegarán nuevos títulos, de autores que al igual que todos los involucrados en el proceso, hacen una apuesta por el fin social, y donan los derechos de sus publicaciones a esta causa.

Para el Germán, que la pintura pueda recrear lo que él ve en los sueños es la parte más bonita de asistir a la cartonera. Ese sembrar el arcoíris con las manos, ese cerrar los ojos para abrigar las plumas de las aves naciendo desde las nubes, ese tejer, una a una, las trenzas de la sabiduría. Para el Germán, que la pintura pueda recrear lo que él ve en los sueños es el motor que le dibuja una sonrisa.

Victor Vimos
Riobamba, junio del 2009





Más de su presencia en Quito y Guayaquil en

http://www.matapalocartonera.blogspot.com/

jeudi 9 juillet 2009

ULTIMA HORA


CONFIRMADO!
SÍ,
MICHAEL JACKSON
1958-2009

SÍ, FUE EXTRATERRESTRE!


Más en

jeudi 2 juillet 2009

DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO (reloaded 3)


EL “PINTORETTO”

UN POETA IRREVERENTE
de KI TO


Por Darío Ramos

Cuando pienso en Azur pintoretto de black stone, viene a mi memoria la figura del hombre vestido de sacerdote, el de la barba y la boina calada, o el del traje de matón de los años 20’s, el poeta irreverente y claro, el artista pintor, el actor y mimo, en fin, un artista multidisciplinario, pero por sobre todo, el revolucionario rodeado de niños, con la mirada perdida en la sombra, a la escucha del canto sideral, esa imagen legendaria del azur pintoretto de black stone, se impone a través de los años, el apareció en los 90’s y ahora es una sombra del pasado, del siglo de ayer, que algunos viandantes de Quito, aún recuerdan.

Darío Ramos nació en Quito en el año de 1968. Año de la revolución de las flores y de profundas transformaciones ideológicas. Como muchos de su generación estaba encaminado hacia la irreverencia social y al enfrentamiento con falsas estructuras morales. Su niñez y adolescencia transcurrió en el tradicional barrio de Chimbacalle. Quito era en ese entonces una ciudad serrana, rodeada de quebradas, bosques de eucaliptos y potreros. Desde niño sus ojos atisbaban el mundo con mucha curiosidad que asombraba a unos y espantaba a otros y claro, era motivo de burla para otros tantos.



Este poeta - pintor vivió cerca de la estación de ferrocarril de Chimbacalle,
donde el tren aún lucha por seguir llegando con su pito los domingos, diariamente contemplo la llegada de los trenes, el agitado movimiento de pasajeros, comerciantes, indígenas que venían a trabajar en tareas poco apetecidas, muchachos que llegaban a cumplir la conscripción militar, cargados de unas enormes maletas de madera llenas de objetos personales, provincianos que llegaban a visitar a sus parientes de la capital. El niño solitario que era Darío, jugaba en los andenes y vagones del tren. Un día, siendo aún muy pequeño, su madre lo envío a la ciudad de Ambato con su abuelo materno, fue su primer viaje en tren. En Ambato, tenia un tío abuelo muy querido, quien poseía una buena biblioteca, allí tuvo su primera relación absorta y contemplativa
con los libros.

Años después fue separado de varias escuelas de Quito por su temperamento rebelde e inquieto, él continúo sus estudios en el Colegio Juan Montalvo, allí pudo en hora buena recorrer los volúmenes de la biblioteca del colegio, descubrir autores, entregarse a una lectura apasionada y, a la par, iniciar sus primeras tentativas serias de escritura. Su rebeldía se enfoco en sacar a los estudiantes Montalvinos, a las manifestaciones. Como era un connotado atleta de la selección del colegio, jamás fue atrapado por las huestes policiales y eso unido a su verbo convencedor, lo convirtieron sin querer queriendo en un líder entre sus compañeros de estudio.

Todo iba bien, hasta que Darío tuvo que suspender sus estudios en el colegio, porque fue sometido a dos operaciones de columna, estuvo seis meses en cama y solo podía mover su cabeza, pues la mitad de su cuerpo estuvo enyesado, allí conoció Darío lo que es movilizarse en una silla de ruedas, aquello no fue un obstáculo en la vida, solo una fortaleza mas, con la cual supo levantarse de esa silla y dominar los terribles calambres en sus piernas, cada ves que él intentaba caminar. Su lucha rindió sus frutos, Darío, volvió a saborear la pasión del atletismo.

La discapacidad no amilano a este artista que suplió con inteligencia lo que la educación convencional no le dio, especialmente en literatura: algunos clásicos del modernismo latinoamericano e hispanoamericano, de la narrativa, del realismo social, de la Generación del 30 en Ecuador, fueron a claras, sus influencias y por su puesto, el mítico Charles Baudelaire, el poeta maldito. De alguna manera esto de las letras, tomo forma de graffiti en sus manos y se plasmo en las paredes en la ciudad de Quito, con frases como: Busco paredes blancas donde editar mis sueños Atte. El del bastón.

Su ingreso en calidad de oyente practico a la Facultad de Artes de Quito,
estuvo marcado por una mentalidad centro izquierdosa que influenció su obra pictórica. En ese tiempo Darío sufrió otro revés, fue diagnosticado con Retinosis Pigmentosa. Ese problema visual hizo que se retirara de dicha escuela de artes. Su pensamiento político siempre estuvo influenciado por los barbudos revolucionarios cubanos, quienes se convirtieron en un símbolo para la juventud latinoamericana. Fidel Castro, Ernesto Che Guevara y Camilo Cien Fuegos, pasaron a ser para Darío en un referente necesario, en modelos de conducta ética y política.



Esto de alguna manera influencio el carácter de Darío,
quien se auto definía como un nazareo (son aquellos hombres que llevan el cabello largo con una línea natural en medio de la cabeza y la barba muy larga) con esa pinta y su inflamable boina negra, parecía haber sido extraído de la mismísima Bahía de Cochinos, solo le faltaba el fusil, que para él era su pluma, su pincel y su lata de aerosol. Durante el gobierno de León Febres Cordero, fue perseguido por tener nexos con ciertas gentes, peligrosas para las elites. Darío, seguía pintando, haciendo sus milagros de cincuenta por sesenta, hasta que una mañana a este poeta - pintor todo se le volvió sombra definitivamente y sus manos se convirtieron en sus ojos. Sólo su fortaleza mental y espiritual, hizo que no decayera su espíritu inquebrantable, lleno de una persistente alegría de vivir... que se resumía en su frase predilecta: -Soy guerrillero: amo la vida-
Darío Ramos, un hombre común, creo a este personaje, al “pintoretto” hasta con sus propios nombres y apellidos en varios idiomas, porque decía ser un ciudadano del mundo. Este poeta - pintor soñaba con crear la Asociación de Quiteños Residentes en Quito, pues esta ciudad, esta llena de “chagras”, léase afuereños. Y es que cuando alguien saludaba al pintoretto, el terminaba la salutación con el característico y quiteñisimo “¿como le va?” y levantaba al tiempo su sombrero de paño, prenda insustituible del elegantísimo traje que vestía, de acuerdo a la ocasión, e incluía un elegante bastón con cabeza de caballo fundido en bronce.

X MI DERECHO A DECIRLO muy pronto en su mesa !
El Azur pintoretto de black stone era un extraño personaje de cultura proverbial,
quien tejía una autentica araña para envolver las ideas entre las redes de su verbo, pues indudablemente era un inquieto izquierdoso, que tenia el combustible en su palabra, para mantener viva su ilusión revolucionaria y, al mismo tiempo desgranaba sus artificios en sus cuadros azules y en esa poética de su lenguaje, que le permitió ser un buen representante de esa cultura oral expresada por él, en calles y plazas, en donde recitaba de memoria y sin desliz paginas enteras de su autoría. Esté poeta - pintor quería o más bien soñaba como Lautrement, en ser exquisito en sus gustos de comida, libros y mujeres...

El pintoretto, fue un artista que derrotó al pesimismo, que no se auto aisló.
Fue el quien le puso cascarillas a la sombra, la misma que acabo rodeando sus ojos, él brillo en su batalla al ordenar a la sombra que se vuelva luz en sus manos y de ellas surgieron cuadros solo vistos en la mente de un artista ciego y fueron plasmados con sus dedos, que de alguna manera podían ver lo que hacían. Cuando el pintoretto llegaba a alguna galería, pedía a alguien previamente, que le describiera la obra exhibida, y luego tomaba el pelo a algún asistente incauto, criticando la exposición con un verbo muy locuaz y a continuación se alejaba abriendo su bastón blanco, dejando boquiabierto a su interlocutor. Esta es la típica sal quiteña de un personaje quiteño, de alguien que surgió y camino en las calles del quito del siglo de ayer... El pintoretto, un personaje nada común.