lundi 24 décembre 2007

SERIE IDENTIDAD ECUATORIAL



A PROPÓSITO DEL 2008...


ALGUNAS PALABRAS SOBRE LA CONSTRUCCIÓN

DE LA “SOCIEDAD DE BUEN VIVIR”

Por Alfredo Pérez Bermùdez*


!Hey! Usted también tiene que ver con este tema...**


La construcción de la sociedad del conocimiento y la información basada en la revolución tecnológica ha ampliado los espacios del saber de forma inimaginable, donde empieza a ser real lo virtual. Asistimos a una profunda modificación de la visión global del mundo y hemos entrado por las puertas de nuevos paradigmas “civilizatorios”, donde se re actualiza la voz de lo antepasado, ofreciendo nuevas condiciones para pasar de la confrontación a la integración, del conflicto a la cooperación.

La voluntad de asumir dialógicamente el futuro constituye un reto y un desafío, un factor de vital importancia para la sobre vivencia de la población ecuatoriana, latinoamericana y mundial; ello significa saber vivir bien o vivir sabiamente para mantener el equilibrio que requiere no solo la sociedad humana sino, bajo el nuevo-viejo paradigma holístico, el mantener relaciones de equilibrio con los otros seres que habitan el entorno; relaciones que permitan la sanidad ambiental, social, emocional y espiritual de los pueblos en su todo complejo, pues, hasta ahora, la alteración y trasgresión de los códigos de relación entre el ser humano y los seres del universo, han provocado el estado de dolencia y morbilidad en que se encuentra el planeta y todo lo que lo habita.

Para los pueblos de América, la conquista, la colonización y la creación de las repúblicas, ha significado la pérdida violenta de territorios, culturas, lenguas, conocimientos, prácticas, espiritualidades, códigos de ética y moral, de trato con los mayores y de patrones alimentarios, es decir la ruptura del diálogo intergeneracional (familia), la destrucción de las relaciones sociales (comunidad) y la imposición de formas ajenas y destructivas de vida.


Fiestas cristianas de fin de mes, o culto a la mendicidad ?


Para la lógica occidental (positivista), el sujeto explica fragmentariamente la realidad, vista como objeto y la dota (construye) de sentido desde sus categorías científicas. Así, por ejemplo, desde la perspectiva del desarrollo (BID, BM), la “calidad de vida” ha estado marcada por los cálculos econométricos y las estadísticas, como únicas formas de identificar la realidad de un pueblo a fin de cubrir sus necesidades (infraestructurales), sin considerar los factores no cuantitativos vitales de los pueblos. Hasta ahora, estos cálculos econométricos y las estadísticas, han sido la única forma de identificar y “superar la pobreza”.

Recapacitar en torno a que el desplazamiento de los valores comunitarios, la desintegración de sus estructuras y la alienación del mundo espiritual han afectado el bienestar de las personas, más que la carencia de bienes físicos, es una tarea que debe ser propuesta para consensuar en que la lucha contra ella, la pobreza, es más que mejorar la base económica y el acceso a los servicios públicos y constituye un factor que puede definir la verdadera importancia de la identidad cultural, la interculturalidad, el “enraizamiento” físico, mental / espiritual de las personas y de los pueblos.

Sin embargo, las intenciones de superar el desprestigio de lo tradicional “occidental” y revalorar lo autóctono, marcan sus propios límites en cuanto a conceptualización y aplicabilidad, en sociedades cada vez más integradas a un mundo globalizado. Así, el desafío que tenemos es múltiple, partiendo de la necesidad de que hace falta conceptos epistemológicos con una gran capacidad integradora, un sacudón que nos dé la base paradigmática para comprender las distintas realidades de la sociedad.

Los ajustes funcionalistas que se han dado para canalizar el quehacer cultural han arrojado una serie de reformas y leyes, que antes que viabilizar, obstaculizan el paso de la democracia representativa a la democracia participativa-igualitaria-integradora y solo representan la discriminación generada desde la absorción marcada por la apertura de los mercados en el esquema neoliberal, que ha impulsado una nueva manera de relación y articulación entre los distintos procesos.

Desde el lado que está en etapa de plena visibilización, el de los pueblos originarios, la lógica es ciencia ecosistémica, donde el sujeto explica mediante integración entre iguales los elementos de la realidad tangible e intangible vista como sujeto. Así, el Buen Vivir o Vivir Bien (Sumak Kawsay en kitchwa) es la vida en armonía con el ayllu y el continuum de las relaciones sociales, comprende las constantes e indivisibles relaciones armoniosas entre la naturaleza y los entes protectores, donde el dominio del conocimiento de ese todo complejo se transmite de generación en generación.

En la construcción de la Sociedad de Buen Vivir, no se trata de discriminar una cultura altamente tecnológica, sino de remontar hegemonismos desde el replanteo de pensamientos filosóficos a la relativización horizontal cultural, que exige la pluri-modernidad, lo cual pasa por la reconstrucción de legitimidades entre los actores sociales, que otrora se consideraban antagónicos para superar rupturas en el “círculo de reproducción simbólica”.

Esta será una gran tarea a emprender por nuevos logros en la perspectiva constructiva de la sociedad del buen vivir y del buen ser, basados en una visión compartida de futuro, que más allá de lo estrictamente legal, comprenda la pluri y multiculturalidad como esencia de la afinidad y la convivencia que debemos construir para conducirnos por el “buen camino”.

Este no es una banca para el buen burgués,

es una banca en la plaza de San Francisco-Quito


Bajo este gran paraguas se encuentran en juego la democracia formal vigente, legitimada en las elecciones de noviembre del 2006, que dio el triunfo al actual Presidente Constitucional de la República, Ec. Rafael Correa Delgado, y la construcción de una nueva, asunto que se expresa claramente en el Plan Nacional de Desarrollo 2007 – 2007, expuesto a la ciudadanía por el actual gobierno, cuya hoja de ruta es la Revolución Ciudadana. Dicho plan “recupera –textual- una visión de desarrollo que privilegia la consecución del BUEN VIVIR, presuponiendo la ampliación de las libertades, oportunidades y potencialidades de los seres humanos, y el reconocimiento de unos y otros para alcanzar el PORVENIR COMPARTIDO”. El documento es explícito, cuando se refiere a la ruptura conceptual que contiene y que deriva en importantes propuestas para el futuro de la nación.

“Esta ruptura conceptual –la de construcción de la Sociedad del Buen Vivir- que proponemos –dice el documento en referencia- tiene orientaciones éticas y principios que marcan el camino hacia un cambio radical. Las orientaciones éticas se expresan en tres dimensiones: la justicia social y económica, la justicia democrática participativa (igualitaria e integradora, agregaría yo) y la justicia intergeneracional. A su vez, existen varios principios que sustentan esta ruptura hacia una sociedad justa, libre, democrática y sustentable…”, en la perspectiva del mejoramiento de la calidad de vida de quienes otrora fueron desplazados de las bondades de un territorio generoso en recursos naturales, humanos y culturales.

Finalmente, empezar a andar por el " buen camino" es empezar a construir la Sociedad del Buen Vivir, empezar a construir esta sociedad -más allá de las legítimas contradicciones que se puedan generar-, quiere decir, escalar las escabrosas cimas del conocimiento, de ahí que recomendemos o al menos sugiramos, a quienes aún se manejan las aguas de los viejos paradigmas, unas pocas lecturas que hemos podido apreciar, a fin de que asuman adhesiones y oposiciones, y que, bajo la legítima herramienta de la crítica, objetiven el papel que deben cumplir en esta luminosa hora que vive el Ecuador y América India.

Las lecturas sugeridas son: Aprender en la Sabiduría y el Buen Vivir (Universidad Intercultural Amawtay Wasi); Summa Qamaña, la Comprensión Indígena de la Buena Vida (GTZ, varios autores bolivianos); Qhapaq Nán: la Ruta Inka de la Sabiduría (Javier Lajo); Caminantes del Arco Iris, el Retorno del Inka´Ri (Atawallpa Makarios Oviedo); Ayni (Milla Villena); Filosofía Andina, Estudio Intercultural de la Sabiduría Autóctona Andina (Josef Estermann); Visión Cósmica de los Andes (Alberto Tatzo); Etnografía, Linguística e Historia Antigua de los Caras (de los esposos Costales). Y aunque parezca asombroso: La Conciencia Cuántica (Isauro Puente); La Sociedad Cuántica (Danah Zohar y Ian Marshall); El libro Negro de la Francmasonería (Serge Raynaud De La Ferriere).

Sol de identidad ecuatorial: Cultura La Tolita en el Pacùifico Norte


Estos pocos materiales bibliográficos –que son fuente del presente texto- y otros muy poco difundidos y por tanto casi desconocidos, pueden ayudarnos a concretar los esfuerzos por redescubrirnos y resignificar en el proceso de construcción de la Casa Común de los ecuatorianos. “Mostrar la visión cualitativa de la buena vida de la civilización occidental moderna, basada en la escisión sujeto / objeto y la visión amerindia basada en lo contrario: el “continuo biosférico”, todo esto es clave para el nuevo diseño de políticas públicas que pueden sacarnos de situaciones pretendidamente “tercer mundistas”, hacia un estilo de vida convivial y equilibrado, donde el factor cultura, es decir la variable cualitativa, cumpla el papel al que ha sido convocado en esta época de cambios y no de cambio de épocas.



*Alfredo Pérez Bermúdez. Es poeta, escritor y gestor cultural, miembro del colectivo K- Oz; funcionario del Ministerio de Cultura del Ecuador en el área de desarrollo cultural comunitario. Entre sus obras consta el ensayo poético “La posibilidad de soñar por escrito”, historia de los grupos y talleres literarios de Quito en los años 80, publicado por K-Oz Editorial en 2002.

**Imàgenes: Eduardo Valenzuela

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