dimanche 27 décembre 2009

POESIA ECUATORIANA DE FIN DE SIGLO XX

9 de los 90
Por Ramiro Oviedo*

La lengua es un artefacto testarudo, un avión con propulsión a chorro o un burrito plomo que se obstina en contar la relación del poeta con el mundo, en volvérnoslo presente en su ausencia, informando y deformando para revelar lo que pasa en las sienes o en las tripas.

Sin escamotear el peliagudo zigzag de la realidad, yéndose de coles a nabos o pidiéndole a veces peras al olmo, cada quien quiere afirmar una escritura, ya manipulando imágenes reales o imaginarias, ya subiéndose al árbol del humor, de la ironía, de la alegoría, de la levedad o del desbocamiento arrollador. Los “diez poetas de los noventa nacidos en los 60” –unos más vanguardistas y trasgresores, otros más anacrónicos- , hacen en esta antología el balance de un período de su itinerario vital, el mismo que desemboca en constatación, declaración, lamento metafísico, aullido, rictus sarcástico, según el caso.

La relación que logra establecerse con la realidad transmutada, con sus ambigüedades y sus deformaciones – síntoma de conflicto-, las maneras de conducir al lector a descubrir un mundo común y más o menos cuadrado, que es el de todos, transformado gracias al poder transportador del lenguaje en un mundo añadido, terminarán configurando la huella escritural de este grupo.

¿Qué pueden, específicamente, tener en común estos diez poetas, que a lo mejor no se conocen, ni se escriben, ni se han visto nunca ni en pelea de perros, y que van a darse manos a boca en una cita virtual, por voluntad de K-Oz ?

Valga como respuesta mi respeto a la palabra y mi complicidad con el trabajo de la gente que tiene memoria y que no quiere que nadie la pierda. Comparto con estos poetas las mismas incertidumbres, las mismas crisis, las mismas preguntas, y con los editores las mismas inquietudes respecto a la selección, difusión y sistematización de la producción poética de nuestro país. Entonces vamos, pero, como decía mi abuelo, primero las damas.

Primero las damas

Con este título nos situamos, para evitar interpretaciones erróneas, fuera de toda intención sexista o desarticuladora de una producción concreta en un tiempo dado. Tampoco se intenta romper el tiempo de la historia que es el mismo para todos. Simplemente, los textos de Margarita Lasso y de Maria Fernanda Espinosa huelen a mujer desde lejos y por los cuatro puntos cardinales, y eso no tiene nada de reprochable. Contrariando la idea de que la poesía no tiene sexo, el ADN de ésta es flagrantemente femenino, y ese es el posicionamiento del yo, cuando habla -la primera- de la selva nacional encarnada en una mujer mítica, y -la segunda-, de focas exterminadas, de serpientes y ratones, o de un puerto gringo tragándose el mundo, y en esa perspectiva, hay que separarlos del resto, como en los colegios de monjas de los años sesenta. Aquí la poesía es hembra, y punto.


María Fernanda Espinosa

Aunque compartan a veces registros de escritura afines con la del resto de materiales, el quid de estos textos es su respiración XX. Textos-hembra, en los que Maria. Fernanda, por ejemplo, se muestra experta en ecología, tierna, sensible, solidaria, grata, capaz de leer la selva y a una mujer en osmosis con ella, o en los que Margarita se vuelve más foca que la foca (víctima) y más ofidio que el ofidio (asesino), o sea salvaje a carta cabal, en un mundo de machos.

Lo bestial y profundamente humano de Margarita, en el circo del mundo, inundado de machos depredadores, de hembras que no les van a la zaga y de espacios urbanos castradores, sustenta la violencia asumida por el lenguaje, en franco contraste de ambientación y de tono con el texto de Maria. Fernanda, que transforma la elegía en croquis de un espacio telúrico-cultural que hay que preservar. Las relaciones: hembra-macho y naturaleza-cultura, respectivamente tratadas, de manera alegórica y con un rico estrato simbólico, terminan abriendo el debate sobre cuestiones éticas, ecológicas y antropológicas, que atañen a nuestra contemporaneidad.

Lasso, desde un palco universal, enriquece el bestiario invirtiendo los códigos, animalizando al homo sapiens, o haciéndolo adoptar la impotencia de unos o el poder totalitario de otros, en este caso, lo inhumano de la víctima y del verdugo. La frontera entre unos y otros se borra y todos terminamos en un mundo de bestias ambiguas ya sometidas, ya dominadoras. A la violencia del mundo, Lasso responde con la violencia del gesto, matizado por la ironía. La voz poética acaba al final salvándose por sí misma. Espinosa, por su parte, que parece sentada en la cima de un árbol amazónico, con una reserva lírica de chorrera traza el retrato de una mujer total, como recurso para rescatar el potencial simbólico de la fauna y de la flora amazónicas y, a la vez, como bote salvavidas del hombre. Aquí, la voz poética espera materializar la herencia de otra mujer para salvarse.


Margarita Laso

La elección espacial del oriente ecuatoriano (María Fernanda) y del Ártico, o de un departamento con vocación de circo en cualquier barrio quiteño, o de South Seaporton ( Margarita), no es inocente; el carácter aparentemente neutro del lenguaje en el último poema, texto crudo que funda el frío, y que alude a la soledad y al descalabro de la modernidad, se equipara - por contraste- a la "maternidad" frugal del léxico de Espinosa, que se empeña en inventariar las bondades de la naturaleza y de la mujer que conoce sus códigos, vista esta última como un elemento más de la tierra sabia y generosa, aunque el sesgo socio-económico brille por su ausencia.

El tono y la ambientación en ambos textos son diametralmente opuestos, y el sustrato poético se sustenta en el juego de oposiciones, tratadas con golpes certeros y contundentes por parte de Lasso, y mediante la acumulación y la progresión por parte de María Fernanda, que refinadamente camufla la pluralidad semántica, llegando a abordar, incluso, la crítica literaria, cuando pide a Matilde, que en paz descanse, "habla con los pájaros/ para que recobren el silencio / y puedan parir /planta musgo y líquenes / en las acequias estériles del páramo..", lo que equivale más o menos al "¿por qué no te callas?” del gil Juan Carlos, pero ya no dirigiéndose a Chávez sino al 90 % de poetas ecuatorianos que -parece- deberían callarse para preservar la capa de ozono de la literatura nacional.

El animal poético de cada texto no está en duda. Cantar a la selva, mostrarnos los colmillos del macho o exhibirnos la foto del fin del mundo en un puerto posmoderno es casi lo mismo. La muerte o la amenaza del el fin es el hilo conductor en ambos casos, y ante ellos el único que resulta ileso es el poeta. Lasso le pone una bomba y Espinosa adopta a Matilde y a la selva como armadura.

2+5=7

Mario Campaña

Los siete poetas restantes nacidos a partir de los 60 (porque del octavo me eximo de hablar puesto que nació en el 59 ), privilegian la memoria privada a la memoria colectiva -cada uno a su modo-, disecan su propia experiencia, a veces con una solemnidad que huele a exceso de buenas intenciones, otras veces con una ironía imperceptible o estridente, pero siempre descuartizadora. Todos privilegian el espacio de reflexión que instaura el poema e intentan dinamitar la realidad con guante blanco, a punte garrote y, a veces, lo que es inusual o fuera de moda, derrotándose antes de tiempo. Esta zona de reflexión es propuesta al lector como una confesión escrutadora para matar la inercia y destruir el estatuto parasitario del ser pasivo, incapaz de tener una cita de diez minutos consigo mismo. El diálogo secreto que se instaura entre el texto y el lector delinea el desplazamiento de referencias implícitas o no, dejándole a éste la posibilidad de atrapar las significaciones inéditas. Así, entre las tendencias o vertientes recurrentes en varios autores, emergen con nitidez el descalabro de la modernidad, la fragmentación y los tatuajes del desarraigo, el poema pensándose a sí mismo, su génesis y su incierta resonancia, la circularidad de la historia, la conciliación imposible entre pasado-presente, entre naturaleza y cultura, y el manido desencuentro del hombre con el mundo.

METATEXTUALIDAD, FRAGMENTACION Y DESDOBLAMIENTO

Son recurrentes los signos metatextuales que “piensan” el lenguaje en el quehacer propio y ajeno, que lo evalúan como médium y como herramienta para trascender socialmente al óxido del tiempo o para marcar distancias y rupturas. Este remanente se proyecta como el rasgo novedoso y definidor de este grupo que se asume no sólo como autor de textos sino también como lector.


Vicente Robalino

¿Qué rol juegan la memoria del ojo y de la lengua en la aventura épica del poeta -dios precario-, escrutando el espacio cotidiano y el peso del lenguaje para construir el mundo trascendente del poema, única trinchera que puede vencer la soledad y la amnesia? Robalino es enfático: “Deletreaba para él cada mañana/ igual que Dios en el Génesis)/ los extraños nombres de las cosas:/silla/lámpara/velador/espejo.../” Este espacio dual, incierto y ambiguo, de desencuentro, de claroscuros que dejan de serlo lentamente mientras la página va quedándose encinta sólo cuando el poeta puede "reconocer la ronca voz de la lluvia/ el rumor que en la oscuridad/ habían dejado las palabras”, registra la escisión del ser que ve el texto meditando su propia fragmentación, creciendo como esfinge que le convierte en interlocutor privilegiado, absorbido por la potencia de la meditación y la búsqueda de respuestas. El diálogo silencioso entre el poeta y el texto y en el que ambos parecen jugarse la vida se cierra con el imperio de las palabras pudriéndose en el aire, y configurando la inutilidad de la poesía, la soledad del poeta en un mundo en que el lector ha sido asesinado. Escribir es ponerse entre paréntesis, ser médium y vidente exige la anulación transitoria del yo, fakir expuesto a contorsiones y desdoblamientos que, en un requiebro de arrogancia, quiere saldar un hermetismo con otro hermetismo, una vez que el yo escamoteado por lo real ha sido mal o bien reconstruido por el lenguaje.

Las dificultades del acto de escritura como aventura personal o como constatación del fracaso de la poesía y de la literatura, son abordadas también por Efraín Espinosa, que salta de la ironía al sarcasmo, también desdoblándose, para diseñar el terreno de la poesía asaltado por piratas e impostores. Lejos del éxtasis y sus estribos, donde se sube Robalino, Espinosa prefiere ser transeúnte del pavimento, un poeta que descarta las nubes y que prefiere las bancas de los parques, aunque sea para constatar el descalabro de la modernidad urbana. En un tono medido, irrumpe la serie de interrogantes sobre lo que es el poema y el poeta, teniendo como telón de fondo un espacio urbano inauténtico, del cual la voz poética toma distancia, a la vez que se distancia de la poesía-basura.



Efrain Espinoza

“Estarás allí/ sin nada de aquello/ que conforma el cristalino silencio/ voces/ poesía urbana/ metáforas/ reseñas/ autobiografías versificadas/ El poeta no existe/ ni su palabra ni su aroma/ y sin él/ su poesía transparente/ se fusionará en la neblina amorfa/.”

Sin embargo, la ambigüedad de la que está impregnada esta poesía puede camuflar- ¿por qué no?- el temor y la incertidumbre del poeta que en su rigor crítico, arguyendo que el poeta y la poesía brillan por su ausencia, llega al extremo de dudar de su propia creación:
“¿Y Luego...? Los escombros de uno mismo/ recogiendo su propio anonimato.”

No obstante, en la constatación del naufragio, el yo lírico de Espinosa se revela más social, más escrutador y político que Robalino, cuyos textos configuran el imperio del yo en una zona eminentemente intima, en el ring donde sólo él y el texto combaten.

Paco Benavides aporta su propia reflexión metatextual en un periplo desbocado y armónico, aunque excesivamente modernista y quizás algo anacrónico, en Historia natural del fuego. El itinerario, fecundo en metamorfosis y cicatrices, sólo resulta posible gracias al carácter de médium del lenguaje, que revela "el don natural que tienen los hombres de seguir siendo pájaros entre los hombres".



Galo Alfredo Torres

Galo Torres, en El cuerpo es una página cómplice de la mirada y en Correo para poetas confirma la misma vertiente, a la vez que reivindica el lenguaje como opción para trascender a la muerte y al olvido. Torres es el poeta de la levedad y de la duración, rasgos escabrosos, prueba de fuego de la poesía. La postura, el tono y la atmósfera, visiblemente diferentes a los poetas anteriores, revelan un poeta con pie firme, sin dudas ni interrogantes sobre el acto de escritura, sino más bien de quien sabe lo que dice cuando se refiere a los avatares de la lectura (aspecto abordado por Espinosa con escepticismo anulador), que es el otro lado de la medalla. Torres afirma en el primer texto su talante y su voz de poeta recio, asociando el cuerpo femenino al cuerpo del libro y persuadiéndonos que hay que saber leerlos y gozarlos en su diversidad, aunque a veces nos derroten con su misterio. La analogía va desanudando un rico sustrato simbólico impregnado de una sensualidad refinada, ratificando el poder del deseo, como motor de la lectura y de la relación texto-lector. El poema se enriquece con el acopio dosificado y progresivo de la historia de la cultura, como telón de fondo en donde cohabitan todos los tiempos del mundo, la literatura universal, bagaje inseparable del poeta que añade ahora los ingredientes de su singularidad, como resultado de la visión de lector acérrimo y memorioso, inscribiendo su experiencia en el tiempo con la obsesión de perdurar.

En el segundo texto, Correo para poetas, la voz lírica golpea tenuemente en el hombro de un interlocutor (poeta también), -no hay mejor oreja que la del hermano en el oficio-, y le sugiere el método para protegerse. Para escribir poesía hay que vivir como poeta, y eso implica la fiesta dionisiaca, la trasgresión, los riesgos, saber caer en la tentación de una madrugada bohemia, aprender la lección de eternidad del basalto y de la obsidiana incásicas, maravillarse "de la humilde gracia con la que toca un músico municipal”, copiar la armonía circular de un órgano catedralicio, entre otras cosas. O sea, una sensibilidad de talla multifamiliar. Una vez más la alusión a la cultura ancestral, a la memoria del ojo, al legado de la historia, del espacio y del tiempo urbanos, precarios pero eternos, cuando el ojo sabe ver. Entonces sabemos qué es, qué tiene que ser y cómo tiene que ser un poema para entrar en el inventario de las maravillas del mundo.

LOS NUDOS METAFISICOS Y LA SALVACION POR LA PALABRA

En un registro y tono distintos, en Imagen congelada, - violento y aristocrático ajuste de cuentas existencial, Torres, obsesionado por la levedad de lo inmaterial, traduce su determinación por la inmovilidad pero sin morirse. La nostalgia de la inconsciencia se vuelve misticismo, renuncia, "abandono tus recetas, tu almohada, tu campo de carne" antes de congelarse imperceptiblemente en la "edad coagulada". El corte evasivo que desprestigia lo real, el fracaso de los días y de sus fórmulas, le conducen a la última opción: detener el tiempo, o al menos su mecánica circular.

El caos del movimiento vulgar, suscitador de desencantos, no es compatible con el poeta - proclive al tedio- ni con la poesía, entonces hay que coagularse, volver a los orígenes y convertirse en fósil lo que equivale a ponerse en un sótano o entre paréntesis; pero la ambigüedad es visible: nadie puede poner en duda la eternidad del fósil, tatuado por el tiempo y testigo del tiempo. Difícil hallar una definición más acertada del imperio del poema-mineral que trasciende al olvido y a la muerte, por haber sido modelado y trabajado por el tiempo y las relaciones sociales. La nostalgia del pasado, con el incario congelado, con los retratos pintados en el Renacimiento y congelados para siempre, son también nostalgia del futuro, y es ahí donde se inscribe la arrogancia de la voz poética, que no cesa de hurgar los métodos para trascender al tiempo con la palabra.

Iván Flores

El sesgo semiótico al que acabamos de aludir confluye en vertiente grupal, como una bifurcación lógica de la metatextualidad, que quiere trascender al olvido y a la muerte. Este aserto es confirmado por los textos de Iván Flores, en los que el poeta registra el juego Eros-Tanatos, proclamándose vencedor. Demiurgo y exacerbado, en La danza de los ahorcados, el poeta-lector (inscribiéndose en la preocupación metapoética ya aludida y en la intertextualidad) es un arqueólogo que resucita a Rimbaud y que descifra las cábalas y códices de la poesía y de la vida como ritual orgiástico. El yo poético traduce instantes del delirium tremens, alucinaciones que dan cuenta del acto de escritura como juego erótico que él mismo tratará de nutrir con su cuerpo y con su sangre y con la carne de las palabras. Del ritmo avasallador y del aliento desbocado de este poema, Flores nos conduce a una atmósfera de gran contraste con el poema telúrico Madera, en el que alegoriza la eternidad del árbol, su pluralidad genérica y sus propiedades específicas asociadas a la poesía y a los poetas incorruptibles. Identificando la selva del mundo a la selva de la literatura, la pasión de la vocación permitirá al joven poeta hallar refugio en el árbol de la poesía, absorber su fecundidad y asegurar el relevo.

De factura y registro distintos, pero en esta misma vertiente temática que se focaliza en el Plazo de los plazos, Marcelo Artega define el tiempo ( Noción) como un juego trigonométrico de posibilidades, en el que el yo es un espectador de sí mismo y de su propia indecisión, evitando a cada instante confrontarse con "el eje roto del tiempo", mientras Rubén Molina, en el poema narrativo Ladrillando, nos entrega la crónica del fracaso de la comunicación y del sueño poético, el viaje a la locura de quien a falta de interlocutor decide empalabrarse en un bunker ( la locura como torre de marfil) cuando ya no sabe qué hacer “con la derrota de Dios”.

Ruben Molina

Marcelo Arteaga ratifica en la mayoría de sus textos esta misma constante, pero él va a manejarla con una dosis de ironía que roza el sarcasmo, en aquellas observaciones que contienen una sardónica crítica literaria tibiamente camuflada. Así, en El ciego, equiparándose a Homero, conjugando el tema del nomadismo voluntario y el de la orfandad privilegiada del poeta, reivindica el canto que nace del hambre y que le permite codearse con los dioses. En Las aves, la ironía, la sátira sarcástica y la ingeniosidad alegórica con la que funde dos tiempos, le permiten situar su propia producción en el espacio literario global. El sustrato ideológico del gesto del poeta, que decide ponerla a distancia de la oficialidad elitista recluida en su bunker, y acercarla más bien a las mayorías, (que a su vez, tarde o temprano terminará encontrando la máscara olvidada por algún pirata de la literatura), es absolutamente válido en el contexto de la literatura nacional, que fomenta y difunde –no siempre, pero casi- una serie de ídolos de barro. Súbitamente, la progresión semántica del tema cobra un tono más íntimo en el texto Cesar Vallejo. El cuerpo fragmentado y poco proclive a remiendos, el dolor y las carencias acumuladas, la precariedad que le hace fraternizar con Vallejo, al extremo del desdoblamiento, grafican la derrota del yo, el desencanto de la historia y el acercamiento a su doble, no como árbol protector sino como paño de lágrimas de dudosa eficacia. Los avatares del acto de escritura atrincheran al poeta en un espacio hostil, y la Magia del poema consistirá en " liberar al centauro", ese caballo loco de la poesía, "prisionero del laberinto".

En la misma línea, sin proponer ninguna trasgresión formal, más bien con dejos modernistas y lóbregos, Rubén Molina nos entrega en Cuando yo muera, la declaración que traduce la arrogancia del poeta que, enamorado de su propia sombra morirá con ella, sin renegar de la vida ni de la muerte, ni de la orfandad consubstancial. El acto funda la circularidad del ciclo y el eterno retorno nimbado de ambigüedad.

Umbral enriquece el texto anterior, condensando la crónica del anti-héroe o del héroe de seres marginales, su vocación y su sueño poético que se truncan, hasta interpelar y convocar aristocráticamente a la muerte, fijando él mismo la hora.

NOMADISMO Y FRACASO DE LA MODERNIDAD URBANA

Paco Benavides

Varios textos ilustran la recurrencia de este eje temático, particularmente los de aquellos que podríamos catalogar como nómadas declarados (Efraín Espinosa, Paco Benavides, Marcelo Arteaga), para diferenciarlos de los viajeros sin más, pero que quieren dejar una huella de su tránsito por el extranjero (Margarita Lasso). El poema Zürichbanhof, de Arteaga, tiene las mismas resonancias de los textos de Benavides y de Freddy Espinosa, cuando se focalizan en el desencuentro insufrible del hombre con el espacio ajeno, provisoriamente adoptado, y en el que ningún arraigo es posible. El Yo escindido patalea y toma resoluciones., así, Arteaga, visiblemente más apegado a la “llacta”, marcará la diferencia avizorando un inevitable retorno a la patria original, por puro instinto de defensa, pues - según parece- nada hay peor que morirse en tierra ajena. La elección del terruño como espacio primordial, del que Artega tuvo que extirparse también en defensa propia, aporta una nueva dimensión a las diferentes aristas de la noción de Patria, a la vez que afirma el mito del retorno y la idea de desencuentro del hombre con el mundo.

En el caso de Benavides –fallecido en Ginebra-, el nomadismo forzado no adopta tonalidades de lamento o de queja, al contrario, la desterritorialización es asumida con arrogancia y carece de alusiones criticas al espacio castrador e imposible - visibles en los textos de Efraín Espinosa-; el desbarajuste social, la conciliación negada con el nuevo marco urbano cuyos referentes y códigos ignora y por los cuales va a tientas, terminará volviéndose monólogo con una cerveza que sirve de trinchera, chaleco antibalas y ruta propicia al vuelo de la ebriedad, gracias a la cual, así como a la memoria y a la lengua, el poeta resultará momentáneamente ileso. En franco contraste, el poema narrativo Ronda nocturna rememora estampas de la vida del pueblo originario y recrea la violencia habitual, el contencioso de las clases sociales y la sorna del poeta que desde el exilio hace suyos los violentos y dignísimos versos de El Fakir, "quiebra maqui de guagua"(...) : no vaya a ser cosa que atine a columpiarse/ en ese país "irreal limitado por sí mismo", El violento y atroz gesto del padre, que rompe y desgonza al hijo recién nacido, lo dignifica en la medida en que de esa manera rompe el círculo de complicidad de la víctima con el verdugo, rehusándose a hipotecarlo a la historia y a exponerlo a las contorsiones insufribles en un circo encunetado en la colonia.

Marcelo Arteaga

Cerramos esta lectura, ciertamente incompleta y subjetiva, confirmando que con la poesía no hay ambigüedades ni medias tintas. Es una zona de paso firme o un terreno cenagoso. Cuando leemos a un poeta, no hay duda posible: nos rasca las sienes con sus uñas de humo, de guadaña o de pavo real; si nos “rasca bonito”, después del parietal izquierdo le ofrecemos el derecho, de manera incondicional. Se ha ganado nuestra confianza.

Puesto al margen el 99 % de la población, ocupada en menesteres más pragmáticos, como por ejemplo cambiar de 4x4 (en unos casos), o ver cómo hacer para pagar el arriendo al fin de mes, ¿quién puede oponer resistencia a la poesía? Nadie. Ni siquiera yo. Razón suficiente para haber aceptado leer y comentar estos textos, sabiendo de antemano que la lectura puede convertirse en tránsito obligado por una zona minada, porque confluye, se quiera o no, en una cita escabrosa con uno mismo.

Ramiro Oviedo*

Boulogne-Sur-Mer, Francia, fin de 2009

10 60 90

10 poetas de los 90s

nacidos en los 60s

un proyecto de K-Oz Editorial

Espéralo en 2010

samedi 19 décembre 2009

NOVÍSIMA POESÍA ECUATORIANA


LITERATURA JOVEN EN LA CULTURA ACTUAL:

interacción desde los espacios imaginarios


Por Freddy Ayala Plazarte*


...Hacemos hincapié en el papel esencial de la literatura:
en el sujeto-activo-espectador frente a la realidad concreta (ciudad), donde el creador fortalece sus prácticas intersubjetivas y en donde se plasman sus relaciones interculturales, en este caso, a través de la palabra.

Cada día se suman nuevas voces de jóvenes escritores a la literatura nacional, esto no solo que enriquece la posibilidad de encontrar nuevas tendencias, sino que también alimenta la posibilidad de establecer nexos e intercambios culturales: es decir; autores de distintas ciudades o de la misma ciudad reunidos mediante su obra pueden intercambiar y “concienciar” un conocimiento cultural del medio en el que se inscribe la obra, dependiendo de la temática a tratar.

Digamos que el contexto del escritor joven resulta ambiguo, tanto por la incertidumbre al hacer conocer su obra, como por su permanencia en el “oficio”; sin embargo, hay autores “constantes” que a menudo publican un libro por año, otros que publican un libro y por distintos motivos desaparezcan y hay quienes vivan en por su propia voluntad, en el “anonimato”. Así podemos darnos cuenta cuán deleznable es analizar al autor en términos subjetivos, de lo que si podemos partir, es desde su obra.

Los hechos y fenómenos sociales que se producen en la realidad concreta, de una u otra manera, influyen en provocar nuevas tendencias y dedicar temáticas cada vez más diversas en la el escritor actual. Vivimos una época que Vatimo llama: “el desencanto del desencanto”, ya no son los cánones (religión, sistema establecido, normas) quienes regulan nuestra visión, es el camino que cada quien encuentra, a pesar de que la sociedad ha sido regulada en su comportamiento mediante leyes y normas de “control social”.


La actualidad ofrece mucha tecnología, hay que tomar conciencia de que estamos inmersos en una cultura virtual: culto a las imágenes eróticas, publicidad, globalización, Internet, mercancía, en una sociedad del espectáculo, donde cualquier reality show prima en el consumo masivo; es decir; la realidad en la que vivimos está todo el tiempo iluminada, poblada de anuncios, marketing, como factores propios del capitalismo.

Por consiguiente; estos factores de la tecnología han desmitificado costumbres de las “culturas primordiales” por un mundo urbano, más “liberal”, más “libremente expresivo”, o lo que es más, donde las tecnologías, la ciencia y la técnica, desmembraron factores comunitarios de antaño, tales como la “cohesión familiar”; consecuentemente es en la esfera pública en donde surgen los conflictos de insatisfacción, decadencia en los individuos. Habermas planteaba que en estos tiempos se hacía latente una necesidad de retornar a un sujeto “intersubjetivo”, interpersonal, el cual autorreflexiona desde lo individual pero que también participa en lo público con sus propuestas.

El joven escritor en la actualidad existiendo desde la incertidumbres busca certezas, ante la falta de espacios y apoyo donde se pueda impartir regularmente la obra o pueda mostrar sus textos; de esta manera, a pesar de estar en una sociedad de consumo, por el desinterés de las “industrias culturales” con respecto a la lectura de obras literarias, este factor merma las posibilidades de dar a conocer la obra de autores nóveles.

Pero ni aquello ha desanimado para que las ideas de los jóvenes escritores pasen a ser realizadas, me refiero a que de una u otra manera cada grupo, taller o autor, busca la manera de interaccionar con su espectador, abrirse paso en medio del desorden actual. ¿Cómo?, ciertamente me refiero a encuentros nacionales de poesía y literarios en general, en donde se han abierto espacios para que muestren sus trabajos nuevos autores, ya sean con publicaciones formales o aún emergentes, pues lo esencial es participar, interaccionar y reflexionar acerca del panorama literario actual.


Muchos de nosotros, hemos asistido a encuentros y recitales nacionales de poesía, y podemos argumentar que no son convocatorias impasibles, el interés existe y de uno u otro autor, quizá lo que falta, aunque no podemos generalizar, es la asistencia del público que posiblemente sea por falta de interés o la carencia de difusión y promoción. Otra manera de interaccionar se da en los blogs literarios donde se brinda una amplia información de autores nacionales e internacionales, además de notas de cine, teatro, pintura, música, crítica, etc.

Tener una red de blogs, organizar encuentros nacionales de poesía, publicar libros de forma individual o colectiva, son factores que ayudan a que la poesía “se sostenga”. Esto último nos induce a pensar que son herramientas para desbloquear el anonimato de autores jóvenes, como también conocer las propuestas y proyectos de autores nacionales e internacionales en general, a través de una voluminosa rede de circulación de nuevas informaciones.

En este contexto se inscribe la obra de cada autor, la percepción de la realidad en cada uno es distinta, “plurívoca”, por ende no debemos descartar las nuevas manifestaciones artísticas que la modernidad nos trajo: el folclorismo que revaloriza de una manera mercantil las “culturas originarias”, el “neoindigenismo” que, entendemos que en nuestra cultura se ha dado en la fusión entre lo urbano-cotidiano; entre lo antiguo-moderno; en fin, entre lo mediático-popular, barroco-andino, todo aquello con el fin de encontrar y dar nuevos sentidos a los fenómenos acaecidos en la "realidad".


Pero esta nueva red de informaciones ha permitido transmitir, retomar o revalorizar temas tan antiguos y trascendentales como: el amor, el mito, la religiosidad, lo ancestral, la muerte, tópicos que en cada época retornan para dar un nuevo significado al tiempo “postmoderno”. Recordemos como el Renacimiento italiano consiguió transmitir un concepto de humanización, de culto a las cualidades del alma mediante las matemáticas, la anatomía, la pintura o la misma poesía.

Así, la poesía es un espacio textual que recoge los escenarios olvidados de la cotidianidad, el pensar, el penetrar las cualidades psíquicas del Ser llevan a conformar no una cultura costumbrista o de prácticas anteriores vinculadas a las sociedades rurales, pero ahora más “urbanas”, es decir, empíricas, llegando ahora a configurar una cultura de lo veloz y persistente, concentrada en lo que sucede; en una esquina, callejón, bar, habitación, calle; es decir a interiorizar el mundo externo, por mas insignificante que parezca tal o cual acontecimiento.

Sin embargo del aparente caos de lo colectivo, los jóvenes escritores elaboran un discurso desde su particular visión y percepción de la realidad social y desde su misma realidad interna, que puede determinar una expresividad poética diversa en tonos sean estos: irónicos, breves, versátiles, sutiles, corrosivos, etc.


Otro factor que ponemos atención para la comprensión de la literatura joven actual es la iconografía que se toma en cuenta para desarrollar la temática de la poesía. Hablamos anteriormente de un desarraigo por la religiosidad, actualmente se toma en cuenta la iconografía urbana, nos referimos al escenario principal de manifestación poética; la ciudad, al desarrollo y avance tanto en su infraestructura, como en la conciencia de cada habitante. La ciudad es el lugar en donde se concentran bares, museos, bibliotecas, cine, el graffiti, extensas avenidas, sitios en los cuales se gesta lo denominado a priori de la escritura.

A pesar de vivir en un tiempo donde parece existir “lo necesario para vivir bien”, mas bien nos acercamos cada vez al vacío de vivir y al vacío de la imagen también, donde la inspirada imaginación de la que muchos griegos discutieron, parece cada vez inalcanzable, pues no sabemos en donde concentrar la mirada y disparamos hacia muchos rincones, en donde la realidad parece haberse dislocado.

El mundo es mi representación, vaticinaba Shopenhauer ya en el siglo XIX, esta premisa es quizá la más cercana al mundo actual, si la tecnología deshumaniza al hombre y lo vuelve más automático, paradójicamente, uniendo la labor de la palabra a lo cotidiano, obtenemos un mundo imposible, intolerante, que busca deshumanizar desde los distintos estados íntimos del ser.

Si la contemporaneidad está sujeta una diversidad en las tendencias sociales, artísticas, individuales, entonces hablamos de una sociedad y literatura interdependientes, aunque el individualismo sobresale en unos u otros autores, y parecería que cada quien vigila su sombra subjetiva; mas también asistimos a un tiempo en el cual se yuxtapone de manera anárquica lo moderno y lo antiguo, lo cual nos otorga un contexto amplio y complejo para poder entender –en nuestro caso – las determinaciones de una novísima poesía.

Por lo tanto, hablamos de una iconografía libre, sin tabúes, de culto al placer, al deseo y al cuerpo, donde también prolifera la noción de identidad subjetiva de sexo o construcción de género; pero tampoco descartamos que hoy en día se discuta sobre los mitos y se proponga una toma de conciencia por nuestras tradiciones e identidades; si somos una sociedad construida gracias a los mitos, imaginarios y a las creencias colectivas, la antropología general y urbana también nos podría ayudar a la comprensión de las poéticas ecuatorianas contemporáneas.


*Este texto constituye una sinopsis del primer capítulo de

Premonición a las Puertas, Selección poética de la novísima poesía ecuatoriana, de Freddy Ayala Plazarte


En 2010

espera

Imagen Pedro Herrera Ordóñez


PREMONICIÓN A LAS PUERTAS
SELECCIÓN DE LA NOVÍSIMA POESÍA ECUATORIANA


Autores nacidos a partir de 1979

Estudio, selección y recopilación:

Freddy Ayala Plazarte



Proyecto
K-OZ - KBZUHELA

jeudi 17 décembre 2009

KAOS EN LA RED


lee el temático sobre la muerte
en la literatura

mercredi 16 décembre 2009

DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO

SELECCIÓN POÉTICA
DE ALFONSO MURRIAGUI VALVERDE:
poeta tzántzico


miércoles 16 de diciembre de 2009
Sala Benjamín Carrión
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana
Quito, 19 horas


La presentación correrá a cargo de Diego Velasco Andrade
Te esperamos
Más en

mardi 15 décembre 2009

NUEVAS NARRADORAS ECUATORIANAS 9


Jackeline Erazo
Quito, 1983
Estudiante de Comunicación Social de la Universidad Politécnica Salesiana.
Integra los talleres de literatura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana,
coordinados por Diego Velasco Andrade, desde 2008. Actualmente prepara su primer libro de cuentos y una novela sobre mitología y vida cotidiana en el mundo egipcio.


La neófita madre lo esperaba para luna llena, conforme había previsto la sacerdotisa.
-Debes aguantar, eres una madre valiente- le aconsejaban las parteras pero la madre sabía que algo andaba mal. -Falta un poco más y podremos estar tranquilas, no defraudes a toda una generación- dijo Sebga, la ansiosa y futura abuela de tan esperado heredero, caminando de un lado a otro. Su rostro estaba cubierto por una frívola capa de arrugas. Sus ojos intentaban engañar al tiempo cubriéndose con penetrante pintura negra. “No he pasado por fuego para que hasta ahora te vengas abajo” pensaba ella. -Solo falta un poco y el niño nacerá para cumplir con su majestuoso destino-. Todos los cortesanos del pueblo aguardaban afuera con sus ojos destellantes a la espera de aquel niño que se convertiría en un eslabón entre los hombres y los dioses.
En el paisaje cultural de lo que llegó a convertirse en el señorío egipcio, mucha gente buscaba la grandeza a través de profecías y sacerdotisas, a través de sueños y cultos. Debía valer la pena todos esos sacrificios- decía la gente- ¿Quién sino este niño haría emerger a Egipto hasta un reinado divino y prosperaría al pueblo en sobremanera? Pues así lo explicaba la profecía:
“En la Luna llena del alto Egipto, en la establecida cosecha (nadie sabe con exactitud a qué hora) surgiría un hombre, eslabón entre los dioses y los hombres a quien se dotarán talentos divinos sobre la tierra, el agua y el viento. Su destino será brillar sobre naciones en prosperidad y dominio. Su vida y su sangre estarían atadas al resplandor de Egipto. Este hombre será considerado un dios y nunca padecería de hambre o sed, frío o calor; toda necesidad humana sería satisfecha siempre en él. Primicia de un imperio futuro de una larga tradición de Faraones. Profecía que amenazaba también una maldición: Si en algún caso dicho hombre decidiera escapar a su destino, todos los talentos divinos que se le otorgaron serían reemplazados por la cualidad humana más despreciada por los dioses: la capacidad para amar.”

(Fragmento de novela)

dimanche 6 décembre 2009

KAOS EN LA RED

nuevas identidades kitus
en resistencia ?
lee a los murciélagos kitwas en

vendredi 27 novembre 2009

VIVA KITU MILENARIO!

TE GUSTAN LOS TOROS ?
TE ASUSTAN LOS TOREROS MUERTOS?
PUES ASISTE A LA
GRAN MARCHA ANTITAURINA
EN KITU
Martes 1 de diciembre,
Parque El Arbolito, 10 am

abajo las fiestas de las licoreras...
VIVA KITU MILENARIO!

samedi 21 novembre 2009

VIVA KITU MILENARIO!


HACIA LA BÚSQUEDA DE KITU MILENARIO
ACTIVA E INTEGRA LAS ACTIVIDADES
DE LOS MOVIMIENTOS JUVENILES KITWAS



Más en http://www.quitu.net/

vendredi 20 novembre 2009

IDENTIDAD ANDINA ECUATORIAL

PORQUE LOS TOROS
SEAN OBRAS DE ARTE
Y NO CARNE Y SANGRE
PARA SACIAR LA GULA DE
LOS "ESPAÑOLETES" DE QUITO

Mural cuevas de Altamira España

Pintura de Francisco Goya

OFENSIVA ANTITAURINA 2009

EN KITWA MILENARIO

VA ¡

mercredi 4 novembre 2009

DEMOLICION EN MOVIMIENTO

Imagen Alexandra Avakian

noviembre 1989
noviembre 2009

20 AÑOS DE LA CAIDA DE LOS MUROS
EN LOS ESTADOS "MONISTAS" Y "BIPOLARES"
DE OCCIDENTE

20 AÑOS DE INSURGENCIA
DE LAS CULTURAS PRIMORDIALES
DEL MUNDO BIODIVERSO DE AMARUKA
Y DE LA CULTURA ANDINA ECUATORIAL


Imagen Jean Michel Basquiat

Espera pronto nuestros ensayos

K-Oz
en este mes de demolici-ON

jeudi 22 octobre 2009

DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO 8

y la “Demolición”

Por Alfonso Murriagui Valverde*
Julio Enríquez es un joven periodista y narrador
que se ha propuesto hacer realidad una forma comprometida de ver el mundo y la vida, para lo cual, desde muy temprano, ha estado vinculado a los procesos de lucha por el cambio y el ideal de un mundo nuevo y una nueva sociedad.En ese camino ha encontrado la posibilidad de sensibilizarse frente a las cosas que pasan a su alrededor y ha buscado la forma de contarlo; lo ha hecho a través del periodismo y hoy lo hace mediante la literatura, con la publicación de un libro de relatos, titulado
DETRITUS.

Actualmente forma parte de una agrupación cultural denominada “Demolición”, que es un colectivo intergeneracional de renovación, transvanguardia y ruptura, en el campo de las artes y las letras en el Ecuador, grupo que está decidido a “activar la demolición de cualquier canon, círculo, argolla o tribu de “elegidos” por las musas, supuestos propietarios del buen gusto y de inmutables verdades literarias”.

¿Desde cuándo está vinculado a esta agrupación?

“Hace tres años me vinculé a los talleres literarios de la Casa de la Cultura, dirigidos por el escritor Diego Velasco, quien nos dio la oportunidad de encontrar un estilo, una forma particular para contar, para decir nuestras inquietudes. De ahí nació este proyecto que lo hemos denominado “Movimiento Demolición”, que surge con una visión realmente grande, desmesurada, porque también ha sido grande y desmesurado el ataque contra la cultura y la creatividad de los pueblos de nuestro país. Nos oponemos a esos intentos de hacer desaparecer aquello en lo que está fundada la cultura de nuestros pueblos, que hunden sus raíces en miles de años atrás y que tienen una historia maravillosa.

Además nos declaramos continuadores de estos grandes momentos que ha vivido nuestro país en la historia literaria, es decir queremos seguir los pasos de nuestros grandes narradores, a los que asumimos como padres, como maestros, estoy hablando de Gallegos Lara, de José de la Cuadra, de Alfredo Pareja; sabemos que somos aún muy pequeños, que estamos iniciando este proceso, pero tenemos en el corazón anidada la esperanza de poder contribuir a que se desarrolle un nuevo movimiento literario en nuestro país, movimiento comprometido con los cambios que se van dando actualmente en nuestra sociedad”.



¿Usted habla de narradores exclusivamente o el movimiento también tiene otra clase de creadores como poetas, teatreros, críticos?

“La ambición al haber dado origen a este movimiento pasa por la idea de juntar a todos aquellos hacedores del arte, a todos los que tengan la posibilidad de, mediante cualquier género literario, contribuir para la recuperación de lo ecuatoriano, porque a mi juicio ha habido un proceso de vaciamiento de lo ecuatoriano que hoy, ventajosamente, está siendo nuevamente recuperado, pero no por los pueblos, sino por una clase que ahora está en el poder: la pequeña burguesía que está aportando de manera significativa para la recuperación del arte popular.


El Movimiento “Demolición”, está convocando a narradores, poetas, autores de audiovisuales, videos, cine, a los artistas plásticos, para generar un movimiento que recupere todo lo ecuatoriano y lo proyecte desde lo popular, contribuyendo así para mirarnos desde lo primigenio y así estar orgullosos de nuestras raíces”.

¿Podemos decir que es un movimiento que busca la renovación, el cambio y que está contra las viejas estructuras en el arte y la literatura?

“Indudablemente, eso ha sido materia de debate a lo interno de nuestro movimiento, creemos que es necesaria la renovación de la literatura para asumir nuevamente
lo que somos...

¿En qué conceptos y aspiraciones basa “Demolición” su actividad cultural?

“En la idea de unir a todo lo progresista, a los amantes de lo nuevo, a los que están en contra de la institucionalización de las artes, queremos romper con la burocratización de la cultura, la consagración de aquellos que se entregan al sistema, es decir somos contrarios al oficialismo y luchamos por establecer una nueva forma de generar lo popular, de producir un arte que esté con los cambios que necesita nuestra sociedad”.¿Qué hace Julio Enríquez dentro de este movimiento?“Estoy comprometido totalmente con los postulados del Movimiento y tengo la firme determinación de seguir produciendo en el campo de la literatura pero, además, quiero incursionar en lo audio visual: cine, televisión, para rescatar aquellas cosas que, aparentemente, no tienen valor, que están escondidas y que todavía no han salido a flote.

En nuestros países hay cantidades de historias que aún no han sido contadas. Esa es una tarea que quiero asumirla con alegría, entusiasmo y esperanza”.



*Tomado del Quincenario Opción
y de Voltaire.net :

Entrevista aparecida el 20 de mayo
Más en

mardi 20 octobre 2009

DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO


DEMOLICIÓN EN MOVIMIENTO

¿EL ENIGMA CORREA?

lundi 19 octobre 2009

KAOS EN LA RED

LEE y DIVULGA

EFECTO ALQUIMIA


Otro blog
de los talleres literarios
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana

samedi 10 octobre 2009

SERIE NUEVAS NARRADORAS ECUATORIANAS 7

CRISTINA MORALES
Quito, 1977
Es comunicadora social, con estudios en la Universidad Salesiana
y en España, donde ha trabajado en proyectos de apoyo
a poblaciones migrantes,en especial ecuatorianos.
Integrante de los Talleres Literarios de la CCE,
colabora en medios alternativos vinculados a los movimientos sociales.

Prepara su primer libro de cuentos.


La primera de 24 mil

Con un repentino y fuerte dolor de cabeza, Mariana se echó a descansar bajo la sombra del sauce. El calor estival envolvía el jardín. Al frente, la fachada de Versalles, un espacio real, de poder absoluto. Una antigua voz monárquica diluida en el viento de los senderos parecía susurrar: “después de mí, el diluvio”.

Mariana trató de pensar en cómo se las ingeniería para superar las dificultades en encontrar quien la atendiera al momento de buscar comida, pues no hablaba francés, solamente español, algo de inglés… lo mismo que nada. Al menos el retorno sería más fácil, se dejaría guiar por las señales hasta la próxima estación y haría un trasbordo en el metro. Trató de animarse: “banalidades, detalles” – se dijo – “si estoy ante el poder absoluto de Versalles”. Apuró unos tragos de agua, apoyó la cabeza en el tronco del árbol y cerró los ojos brevemente.

No supo bien si era el principio del temible golpe de calor, pero sintió el fuerte sonido de la sangre bombeando en su cabeza. “Tum, tum, tum”…

La tierra temblaba bajo miles de pies que llegaban hacia Versalles. Los pasos de la multitud eran como tambores hacia lo inevitable, lo irreversible... Arrastraban consigo el polvo del camino y la ceniza de La Bastilla, que humeaba todavía a sus espaldas. “Qué magnífica recreación”, pensó, “seguro que esto se repite cada julio”.

Pero el camino era de tierra y, detalle curioso, no había ni una huella. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Se salpicó unas gotas, pero el retumbar no cesaba. El árbol que había a sus espaldas ya no se encontraba allí. El tremor crecía como una ola: era la euforia de la “Diosa Razón” a través de numerosas gargantas, tras el rodar de la primera cabeza, de 24 mil.

vendredi 2 octobre 2009

IDENTIDAD ANDINA ECUATORIAL

PORQUE EL DERECHO A LA RESISTENCIA
"YA ES DE TODOS"...






PRIMERAS JORNADAS DE LUCHA DE LOS PUEBLOS
Y CULTURAS DEL ECUADOR
CONTRA EL GOBIERNO DE LA "REVOLUCIÓN ROSADA"
EQUINOCCIO DE SEPTIEMBRE 2009

mercredi 30 septembre 2009

SERIE VANGUARDIA Y TRANSVANGUARDIA 2





Chamarasca, Casa de la Cultura Ecuatoriana,

“Núcleo del Guayas”, 1984.

Chamarasca


del gran HUGO MAYO






Por Freddy Ayala Plazarte

Chamarasca es mi rendido homenaje a
MOTOCICLETA, revista de poesía vanguardista,
que circuló hace sesenta años, bajo mi dirección.

MOTOCICLETA logró que Ecuador se
codeara con los países de mayor cultura en el mundo

Hugo Mayo


Chamarasca: fuego que carcome la madera, nos da la sensación de ser la obra con mayor contenido vanguardista en la poesía de Mayo, la madurez de su voz poética, el recurso estilístico de la metáfora, la palabra como vínculo y mediadora entre el mundo ilusorio-alucinante y la “realidad” parece azorar a cada poema.

El poeta dice; “Ya Dios en brazos de la angustia y los pies de hielo en espera”. O también; “¡Qué tardes las que espantan con sonidos pelados de la lluvia! Ojos que abren el pecado después que el cielo duerme”.

Chamarasca es una obra, libre, liberadora, luminosa y oscura a la vez, connota el resplandor y la lucidez del poeta a sus 89 años, porque fue publicada en 1984 por la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Núcleo del Guayas”, siendo el consejo editorial los poetas; Fernando Cazón Vera (Presidente del Núcleo), Carlos Eduardo Jaramillo, Ileana Espinel y Edwin Ulloa.




El poeta Hugo Mayo en la CCE Guayas, años 60




ASI ESCRIBIÓ EL SILENCIO

1

Lavo la cruz y su dolor
grito de la tierra amaneciendo

2

Si silban los misterios
y al oído sólo va el secreto
Si el sobresalto atisba
ternura y música del viento
Si es cosa del crepúsculo
el incendio del poema
Si otro cielo se fatiga
¿dónde los ojos que se inquietan?

3

Cerrada angustia de la nada
Ardor esclavo que se apaga

4

I sólo las campanas del otoño
pagana voz alucinante
Rapto del trébol cuadrinomio
y fuego de los astros


Este libro en su versión original que hemos podido recuperar, contiene el comentario de el crítico Hernán Rodríguez Castelo y del narrador y novelista Jorge Velasco Mackenzie. Para el crítico Hernán Rodríguez Castelo; “¡Pescador de altura, cazador de caza mayor, no se andaba en bordaduras ni ingeniosidades!... Tenía un certero instinto para dar a cada poema su forma y tratamiento verbal exactos”. Y más adelante dice; “Medio siglo largo ha vivido el gran poeta: lavando su palabra en el silencio, buscando lo esencial, cosechando silenciosa cosecha interior. Sólo un medio como el nuestro hizo posible tanto silencio”[1]

Para el novelista y narrador guayaquileño Jorge Velasco Mackenzie;

…“Chamarasca es una manera de apasionarse, de poetizar con un lenguaje explosivo, irónico y lleno de fulgores. Poeta antiguo diría, para contraponer la sabiduría de la presencia física del propio poeta, para sorprender al lector que espera, después de tantos años de vida, una poesía cansada, vieja como su creador.”[2]


NOCHE EN EL ESPACIO

La palabra que se busca
en el grito de los astros
En la esquina arrepentida
y siempre en el oro
que destila obscuro
Reuma del remolino
en la nebulosidad
Ser el lucero empalizado
pero ser el insatisfecho
de la época
sin la respuesta del día
que amontonó las aguas


En varios pasajes del libro hay una idea acerca de lo religioso, es decir, el misticismo, la parte mística de la condición humana; Dios-muerte-luz-nacimiento-olvido-angustia, Hugo Mayo establece un nexo, ya sea, refiriéndose desde el humor negro como también a lo espiritual, lo inseparable del ser humano.


DISCO RESCATADO

Paraíso de la piedra y viento ausente
Trozo de risa
Vástago del fuego en la cosecha
Aire de vida y culpa de los días
Miedo de la esperanza
y del pez con tatuajes
Ya el traje de los siglos
vistiendo los misterios
Siempre el sacrificio de los mástiles
que han caído
Lejanía y funeral
de Cristo en las llamas
Un parque de desnudos
y un tronido palpitante


LA SEGUNDA MIRADA DE DIOS

Estoy en la segunda mirada de Dios
como columpio meciéndose en las nubes
I no sé pero pregunto
¿por qué hay amor en el pecado?
Enfilo hacia los substantivos de las formas
y me quedo al son de noches buenas
Puede estar la palabra que apuñala
en la sombra del grito sin pañales
Malparo la alegría
y el deflagrar en cuarentena
Mano que a veces duda
Dios con una danza de sonajas
es lacónico en la lágrima

Agregamos, que así como el patafísico Alfred Jarry en su inolvidable Padre Ubú promulgaba; “es mas fácil para la naturaleza humana crear un hombre que para la inteligencia un personaje”, en los relatos de Cortázar se nos invoca a un sin-sentido del sentido o quizá también el sentido del sinsentido, es decir, el absurdo, replantear y reinterpretar el mundo como el absurdo que es parte insustituible de la obra de Mayo. Pensemos desde el mundo externo, en la rutina, en la linealidad o en la conflictividad, en la náusea, el malestar interno, acaso no forma también un núcleo de absurdidad?.







HERIDA DE CINCO SILABAS

El silencio en orfandad
y el sueño de un poema
Tal vez la palabra
del agua y su locura
Herida de cinco sílabas
en el lenguaje del que muere
Resurrección que lava la promesa
de una extraña presencia
Vado que brinda el río
Cosecante de reflujos

Cuánto de absurdo puede tener una frase, un mismo poema. Caemos en la ambigüedad, en el desconcierto, y la falta de comprensión hacia las cosas y los hechos denota la angustia que seduciría a Lacan. Ciertamente los surrealistas en su primera etapa centraron su imaginación y preocupación desde el azar y la libre asociación y posteriormente en su segunda etapa optaron por lo místico, la necesidad humana de volverse sobre sí mismos y no sobre los demás, Mayo contextualiza, ubica sus visiones-alucinaciones en un espacio esotérico, ya no cabe un automatismo o un azar sino busca-encuentra un horizonte ilusorio, de tal manera encontramos en pasajes de Chamarasca una cierta analogía entre una interpretación de escenas bíblicas con lo absurdo que expresa el poeta; y el dibujo del diablo/ en la cena quimera / I me santiguo/ quiromancia sin fe

CARAMBOLA DE NUDOS

Doy el perdón azul
y corto los ríos sin agua
De eso que acaso somos
la media luna
y el arca de lo apoteósico
Vida con pies intrusos
y el dibujo del diablo
en la cena quimera
A veces disparo fuego
Borro las ecuaciones de un tiroteo
y espero sepulturero
que llegue el alba
I me santiguo
quiromancia sin fecha
Tarde adentro
carambola de nudos
y una entrena del miedo


En Chamarasca hay poemas que nos conducen a un nihilismo-nada, pero de este fenómeno nihilista el autor se sirve para abstraer un sentido, un significado, una posible vía de escape, la palabra atribuye la imagen y el carácter escondido en cada cosa.

LO DESNUDO DE LA VIDA

Seamos igual al reloj
de las horas sonámbulas
Ese reloj sería de acostarlo
en la calle infinita
y ver desde afuera
cómo los minutos
regresan a su primera soledad
Pero los ritmos se acoplan
al primer paso del olvido
Los días lloran
por su cielo de pájaros mendigos
Lo desnudo de la vida
viste la infancia
de la atada muerte
Ni por soñación las pérgolas
en los columpios del amor





LUCIÉRNAGAS EN LA HOGUERA

1
Repito mil veces el extraño sonido
de la trompeta arrepentida
y sigo cargando mi derrota
Me siento herido

2
La imagen de la espera
tiene su ausencia
en el exilio de la aurora

3
Sólo mi sombra
puede negarme cuando dudo


4
¿Por qué la vigilancia del sol
en la mañana del paraíso?

5
Tal vez la luz tiene derecho
a entregarse desnuda

6
Sobre el golpe del sacrificio
ya el hundimiento de la verdad
I nos preguntamos
¿Qué somos en la muerte?

7
Aquella palabra que no tuvo comienzo
se resiste en la vida
Guárdala en tu joyero de luceros

8
Cómo es urgente
el silencio de las cosas
cuando la noche se siente encinta


9
Piensa que el regreso de la noche
puede negarte
Prepárate nos vamos en un segundo no marcado

10
Se desjuga la aurora congelada
La espada prometida ahogando su deseo

11
La vida busca un puñal de espera
Detente como el hijo que no nace

12
La estrella que duerme sin saberlo
copió la risa del viento saetero
pero despierta en el insólito momento

13
Amarro mis pasos
porque pienso en el grito
de los nueve espantos
Sin embargo me entrego
en el axioma de lo incierto

14
Oigo caer la soledad del cielo
y el viento se avergüenza

15
¡Oh! Misterio de la sensitiva
No la toques


CON LA LUNA DIBUJADA

Con la luna dibujada
y los pies del perro
Con el viento en forma de un batículo
Con el esqueleto del veneno
y la canción de la ceguera
Con el que se precipita
y esconde el ojo
Con la tromba que asfixió
el desembarco
A veces distante del que huye
fruto de las antiguas ruinas


Chamarasca, como su significado sugiere, la llama, el fuego que es la palabra, la dimensión a la que llega el desentendimiento de un poema. Chamarasca no es una obra de un decenio o medio decenio, Chamarasca es una obra que estuvo siempre construyéndose en la silenciosa rebeldía del autor y por eso dice mucho más que su propio tiempo, y lo que en nuestro país fue la vanguardia de Hugo Mayo, uno de los grandes poetas ecuatorianos.


PESADILLA DEL FUSILADO

Había el relente
sobre la noche del desprecio
Absurdo secar el nombre del olvido
en el cielo de un nuevo sacramento
Esa intentona de escalar la vida
Aquel simulacro de apagar los ojos
¡Poner los pies en el infierno!


LOS OBSCUROS PASOS


Otra vez el pie desnudo
y algo voz sin pie
El pie curvo del día
El de sol que nos tropieza
Cuántas veces malévolos
pies del nunca recuerdo
Cansancio y necedad
en el que pisa
Lo que nunca vimos
cortado pie tuyo
Pie de lo inesperado
hundiéndose
Pie tal vez de otro
¿Qué puede pie de la sombra
en la aurora que bosteza?


COPIO EL OJO DEL TIEMPO

Copio el ojo del tiempo
El perdido en el baptisterio
Ya Dios en brazos de la angustia
y los pies de hielo en espera
Semitotal que busca el tabernáculo
y acaso un espinar de piel mojada
Lo inacabado que revienta
Hasta la palidez de un ruido
y el desmayo del viento que ha cegado


NOSTALGIA TIENE EL VERSO AZUL

Nostalgia tiene el verso azul
que nunca escribo
En los sumandos sepultados
trinos de alondras estalladas
Del zarzagán cuando regresa
apenas su inocencia
Resquicios hay de viejo amor
contra su espalda sibilina
I es secreto en pleno plagio
el agua que regresa sin domingo
Me invito a setenar en la resiembra
Que a Dios en su escondite
lo tropieza la luz extraordinaria


[1] MAYO, Hugo, “Chamarasca”. Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, 1984, pgs, 59,60.
[2] MAYO, Hugo, “Chamarasca”. Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, 1984, contratapa.
[3] Fotografía del Archivo de “Re/incidencias”, Anuario del Centro Cultural “Benjamín Carrión”, Abril, 2009.