vendredi 4 avril 2008

10/80 VENENO PARA POETAS (7)

(10 poetas ecuatorianos de los 80)

DIEGO VELASCO ANDRADE, Quito, 1958

En los 80 integró el Taller de Literatura dirigido por Miguel Donoso Pareja. Miembro fundador del Taller Matapiojo. Su obra aparece en varias antologías ecuatorianas, de España y Latinoamérica. Coordina los Talleres Literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Es arquitecto especializado en urbanismo y ordenamiento territorial y Ph. D. por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Realiza varias selecciones temáticas de la poesía ecuatoriana anterior y reciente, bajo el seudónimo Fernando Andrade.

Bibliografía

Poesía

Poemas antes de la Guerra, Panamá 1980
La poesía no es un libro de poemas, 1988
Derrocamiento del lector, 1989
Safari a Ombligo Equinoccial, 1991
Gato en el sol 1995
Hundimiento de Mu y relación de otros hechos misteriosos ocurridos en el Reino de los Colibríes, 1997
Alquimias, 2004 y Cordeles 2005 (Compilaciones temáticas de autor)


Narrativa

En el Jardín de Fre
ud, 1995
¿El poeta ha muerto? 2002 (“personaje con textos”)
Tierna Ficción 2006


http://buhoandino.blogspot.com/


De Gato en el sol y otros poemas, Premio Ismael Pérez, 1988


EL POETA DEBE MORIR

El poeta ama su poesía
porque ella es manzana personal
que no podemos alcanzar con las manos
pues ella sale de sus altos hornos intacta
como mariposa desnuda o sirena con gotas de rocío
mas su poesía es una ciencia helada y mortal como los átomos
un hermoso naipe de palabras huecas
una flor húmeda encarcelada en sus pulmones
como una alita mezquina.

El poeta llega y se sitúa por encima de nuestras narices
a fotografiar nuestra rutina, nuestros métodos poco líricos
nuestras continuas infecciones callejeras
y si no cabemos en el carruaje de sus transgresiones
en donde solo pueden encaramarse unos cuantos
flota sobre el suelo, con sus aires de medusa
repeliendo el olor que brota de nuestros sobacos...

¿Quién es el poeta?

un payaso devorado por el romanticismo
por su soledad de bailarina geisha
danzando intocable como la libélula
que teme achicharrarse en una lámpara
el duende azul que emergió de una placenta tenue
para deslumbrar con sus maromas a la corte
el sobreviviente de una familia de alta estética
que danza como salamandra en los jardines
recogiendo las monedas lanzadas por el príncipe
y su fina sensibilidad se remece
cuando roza nuestras torpes plumas de avestruz
nuestras ordinarias hilachas de carroña
porque él es el visionario de la especie
el fiel cabrón de las musas de palacio.

Mas, ¿de qué nos sirven sus poemas
sino vienen a navegar como flores en contracorriente
si no son capaces de alimentar con su savia a los náufragos
si constituyen galerías perfectas
en donde no ingresamos los piojos los sapos y las moscas?

El poeta debe morir
de sus cenizas revoloteará la poesía
como el ave fénix de una belleza “ nueva y convulsiva ".

El poeta debe morir
y la poesía vendrá a engrosar
la tierra de nuestras uñas
vendrá a revolverse en la ollas de los cangrejos
calcinados por la barbarie.

El poeta debe morir
y la poesía salpicará roja de aquellos perros
que murieron apaleados por sus amos
y se alzará roja del excremento de los mendigos
y escapará como un globo
por entre los barrotes de las cárceles.

El poeta debe morir
y la poesía germinará en el cuchillo
con el que la gula pedaceo a los cerdos
y devorará como un ácido el pecho de los tristes.

El poeta debe morir
y la poesía escupirá cariños
desde las grietas de los torturados
y coloreará el agua de las tuberías
con manchas de un veneno purificante.

El poeta debe morir
y la poesía empezará a ser escrita por lo sapos...

Este es el principio de su poder verduzco
descolgando su música ante las orejas
de una ciudad alucinada :

croa
croa croa
croa croa croa
croa croa croa croa .





http://www.letrasyartes.com/casadelpoeta/diegovelascoa.html

1 commentaire:

Alexandra Velasco a dit…

està bonita la foto de ti jejeje