mercredi 27 août 2008

10/60/90 FIGURA IMPERFECTA 2

10/60/90
FIGURA IMPERFECTA:
10 POETAS ECUATORIANOS DE LOS 90
NACIDOS EN LOS 60

VICENTE ROBALINO, Ibarra 1961

En los 80 integró el Taller de la CCE, coordinado por Miguel Donoso Pareja en Quito.
Activó en esa época el Taller Literario Contextos junto a Ruben Vásquez y Alan Coronel. Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales y Doctor en Literatura por la Universidad Autónoma de México. Es docente en el doctorado de Letras en la Universidad Católica.

Obra publicada:

Posta poética, colectivo, 1984
Póngase de una vez en desacuerdo, 1990
Juan León Mera, una nueva visión, Ensayo, 1996
Sobre la hierba el día, 2001
Cuando el cuerpo se desprende del alba, 2008


De Posta Poética, 1984


COEXISTENCIA PACÍFICA

Si dejamos de lado pequeños resentimientos
pugnas entre la noche y el día
rencores almacenados
concluiremos fácilmente que en este planeta
como lo llamaría un escolástico:
insigne laberinto de contradicciones
todo lo resuelve la amistad.

Ya lo proclamaron en 1789:
igualdad libertad y fraternidad
los ejemplos son numerosos:
inquilino dueño de casa
campanas difuntos
dios alá
leningrado las vegas
banqueros estafas.

He allí nuevamente la buena amistad
sin lugar a dudas nos hallamos en un plano amistoso:

¿podría prestarme su esposa?


De Póngase de una vez en desacuerdo, 1990

QUE SE ME DEJE AQUÍ POR EL MOMENTO

Las estrellas del cielo se desmayaban
las del suelo envejecían de puro envidia
el otoño acrecentaba su calvicie
solo para arrojarme el verdor a raudales
Era el día de mi natalicio
(Por favor no olvidar esta fecha)
La partera estuvo a punto del infarto al verme
tierna y compasiva me entregó a los cuidados de una cabra/
desde entonces mi inteligencia se alumbró
como una casa grande y habitada
A los seis meses y medio resolvía ya
ecuaciones de primer grado con una incógnita
al año me acostaba con una dama respetable
a los diez mi santa madre
recitábame los pecados capitales
Asombré al pueblo entero con mis prodigios
devolví la luz con creces a los ciegos
los enfermos incurables me perseguían como terribles pesadillas/
Yo pronostiqué la muerte de su Santidad Pío XII
La correspondencia me llovía de todas partes
hablé en chino a los hebreos y en japonés a los americanos/
los rusos pidieron mi retrato para exhibirlo en la Plaza Roja/
Una carta amistosa de Carter me ofrecía
los pueblos bárbaros de Centroamérica
A los doce años discutí con los sabios en un templo/
los periodistas me aturden con sus cámaras hasta en sueños/
he pedido que se me deje aquí por el momento
y si las alas oscuras de la muerte me sorprenden

que mi cerebro se reparta
entre las dos potencias



De Sobre la hierba el día, 2001
fragmentos

I

Sobre la hierba del día
un pájaro entona
la soledad de Dios: la altura.
En ese instante
el paisaje cae vertiginoso
hacia la nada.
III

Deletreaba para él cada mañana
(igual que Dios en el Génesis)
los extraños nombres de las cosas:
silla
lámpara
velador
espejo...

Sólo entonces pudo reconocer la ronca voz de la lluvia el rumor que en la oscuridad habían dejado las palabras.

VI

Quizá el mirar sea un oficio
una sana costumbre
tener el semblante de las cosas
cerca de la ingratitud de la memoria.
Nunca será certeza
de que el mundo se ha ido
pues algo quedará en el fondo
guijarro que la soledad esconde.

XVIII

Es verdad que mañana
todas las cosas estarán
donde tu memoria las dejó.

Pero si insistes en llamarlas
morirán apenas las nombres.


XXIII

Se apaga una ventana
lenta hoguera que niega el día
a oscuras sin saber dónde
empieza o termina el mundo
máscara con que calla
mi yo ante el olvido.

CONTINUARÁ...

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