Teoly Calle
Quito 1975
Con estudios de historia y ecologia,
trabaja en proyectos de literatura, diseño y edición en Quito.
Integra el Taller de Literatura de la CCE,
coordinado por Diego Velasco Andrade.
Bajo el heterónimo Samuel Riel, trabaja una novela que restituye
los imaginarios del siglo XVII, en la Real Audiencia de Quito.
Prepara un libro de narraciones cortas llamado Carne de Caza.
CARNE DE CAZA
Ya estoy aquí mamá, salí de cacería muy temprano y no quise despertarte. Como te sientes, te encuentro un poco pálida hoy. Déjame que te acomode la almohada, ¿estás mejor así? Bien, quiero mostrarte lo que tenemos para la cena. -No te muevas-, Cierra los ojos. Ya, ahora puedes abrirlos.
¿Qué te parece, excelente pieza no crees? Si, adivinaste, - La famosa receta de papá -carne de caza agridulce- ¡Sabía que te encantaría!
Voy a ponerla en la cocina. Mientras tanto quiero que pruebes un nuevo cóctel que aprendí esta semana, se llama -embrujo de bosque-. Observa con atención: ponemos jugo de mandarina, miel de abejas…., menta picada; le agregamos una onza de ron oscuro… un poquito más, eso es…de hielo frapé. Batimos vigorosamente y… servimos. Claro, es mejor si se usa una copa alta y angosta, pero por ahora, usaremos ésta. Tómalo despacio mamá.
-¡No insistas, sabes que no bebo!
Ven, déjame ayudarte, quiero que veas todo. Empezaré quitando la piel, esta es la parte difícil…Ahora, corto la carne en cuadritos y la dejo marinar en vino tinto por unos minutos ¡ah!… ¡Qué aroma!, definitivamente esto es lo que mi maestro llama –una delicia gourmet- No hemos tenido una comida de este nivel, desde que el abuelo llegó de Escocia. Pero… esta ocasión lo amerita.
-Bebe un poco más…
-Mamá tengo una gran noticia:
¡Finalmente me he graduado! ¡Al fin voy a ser chef!
Estaba seguro de que te pondrías contenta. No te lo anticipé, porque tenía miedo de no pasar el examen como la última vez, ¿recuerdas?, cuando eché a perder ese guiso de ternera con hinojo. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas cuando lo pienso...Tienes razón, no vale la pena sufrir dos veces por la misma desgracia. Respiraré hondo y tomaré un sorbo de agua antes de seguir. Mi maestro dice que el alma de la preparación depende del ánimo del cocinero, que si está de mal humor, los comensales pueden indigestarse. Debe ser por eso que siempre tiene una copa de vino a la mano.
Bueno, sigamos en lo nuestro, pongo harina en una cacerola, sal…, pimienta…, nuez moscada, sofreímos las cebollas…, el ajo, un poco de azúcar morena, el jugo de lima… ¡delicioso!… envolvemos la carne en la harina…mmm y a la olla, tal como la hacia papá. ¡Es una gran receta!
***
Me alegra que te gustara tanto la cena. ¡Hasta te repetiste la ración mamá! Igual que en los viejos tiempos: la carne tierna, aromática, moza rubia de trece años recién cumplidos, tal como dice la fórmula, con sus jugos intactos. Claro que a papá le quedaba mucho mejor. Es que él tenía la suerte de encontrarlas silvestres y mejor alimentadas.
Te confieso que no fue fácil lograrla en su estado justo. Ya sabes, no hay que asustar a la presa, el miedo pone la carne amarga y el sufrimiento la pone ácida... Meses de paciencia y perseverancia, hasta el golpe certero del último día. Por eso el guisado quedó perfecto. Ni ácido, ni amargo ¡umm! ¡soberbio!
Bueno, con tu permiso, voy por el café.
¿Qué te parece, excelente pieza no crees? Si, adivinaste, - La famosa receta de papá -carne de caza agridulce- ¡Sabía que te encantaría!
Voy a ponerla en la cocina. Mientras tanto quiero que pruebes un nuevo cóctel que aprendí esta semana, se llama -embrujo de bosque-. Observa con atención: ponemos jugo de mandarina, miel de abejas…., menta picada; le agregamos una onza de ron oscuro… un poquito más, eso es…de hielo frapé. Batimos vigorosamente y… servimos. Claro, es mejor si se usa una copa alta y angosta, pero por ahora, usaremos ésta. Tómalo despacio mamá.
-¡No insistas, sabes que no bebo!
Ven, déjame ayudarte, quiero que veas todo. Empezaré quitando la piel, esta es la parte difícil…Ahora, corto la carne en cuadritos y la dejo marinar en vino tinto por unos minutos ¡ah!… ¡Qué aroma!, definitivamente esto es lo que mi maestro llama –una delicia gourmet- No hemos tenido una comida de este nivel, desde que el abuelo llegó de Escocia. Pero… esta ocasión lo amerita.
-Bebe un poco más…
-Mamá tengo una gran noticia:
¡Finalmente me he graduado! ¡Al fin voy a ser chef!
Estaba seguro de que te pondrías contenta. No te lo anticipé, porque tenía miedo de no pasar el examen como la última vez, ¿recuerdas?, cuando eché a perder ese guiso de ternera con hinojo. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas cuando lo pienso...Tienes razón, no vale la pena sufrir dos veces por la misma desgracia. Respiraré hondo y tomaré un sorbo de agua antes de seguir. Mi maestro dice que el alma de la preparación depende del ánimo del cocinero, que si está de mal humor, los comensales pueden indigestarse. Debe ser por eso que siempre tiene una copa de vino a la mano.
Bueno, sigamos en lo nuestro, pongo harina en una cacerola, sal…, pimienta…, nuez moscada, sofreímos las cebollas…, el ajo, un poco de azúcar morena, el jugo de lima… ¡delicioso!… envolvemos la carne en la harina…mmm y a la olla, tal como la hacia papá. ¡Es una gran receta!
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Me alegra que te gustara tanto la cena. ¡Hasta te repetiste la ración mamá! Igual que en los viejos tiempos: la carne tierna, aromática, moza rubia de trece años recién cumplidos, tal como dice la fórmula, con sus jugos intactos. Claro que a papá le quedaba mucho mejor. Es que él tenía la suerte de encontrarlas silvestres y mejor alimentadas.
Te confieso que no fue fácil lograrla en su estado justo. Ya sabes, no hay que asustar a la presa, el miedo pone la carne amarga y el sufrimiento la pone ácida... Meses de paciencia y perseverancia, hasta el golpe certero del último día. Por eso el guisado quedó perfecto. Ni ácido, ni amargo ¡umm! ¡soberbio!
Bueno, con tu permiso, voy por el café.
1 commentaire:
Bien teoly, está bien que finalmente te dejes ver.
Un abrazo
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