mardi 23 février 2010

A propósito del "País de Valdanito"


INTENTO DE SABOTAJE A UN LIBRO
DE AGUSTIN CUEVA


Por Carlos Lasso Cueva


(colaboración especial del poeta desde Guayaquil)

Quisiera preguntar a las personas que lean estas líneas, si han leído la introducción que escribió Agustín Cueva para el libro “Tiempos conservadores”. Es un ensayo de 18 páginas, titulado "El viraje conservador", en donde se describe la tendencia de la época que para nosotros
ya es historia.

Me acuerdo de este ensayo porque el Ministerio de Educación del Ecuador, en su colección “Memoria de la Patria”, acaba de editar una colección de ensayos de Agustín, tomados de sus libros Entre la ira y la esperanza, Literatura y conciencia histórica de América Latina, Lectura y ruptura y El proceso de dominación política en el Ecuador. El título de este tomo es Literatura y sociedad en el Ecuador. Todo esto está bien. Lo malo es que se le ha permitido a un intelectual neoliberal, totalmente antagónico con el pensamiento de Cueva, hacer, para que se luzca, el prólogo. Y, de paso, exhibe en su ridiculum vitae (la definición, tan oportuna, es de mi admirado amigo el poeta Raúl Arias, a quien avisé desde Guayaquil del cometimiento de este insolente desaguisado) un montón de libros que ha escrito (son más de 30 creo… ¡qué gran desperdicio de papel!), que deben haber pasado muy desapercibidos porque yo jamás he visto siquiera la portada de ninguno de ellos. Y en conversaciones y discusiones con amigos escritores, jamás nadie ha mencionado un solo libro de este señor Valdano, al que conocemos exclusivamente porque desempeñó un alto cargo en el gobierno sucretrizador de Owaldo Hurtado. Esto indica que se trata de un mediocre. Un mediocre ampuloso que ha cometido una enorme indelicadeza. Un desconocido escribidor que no es referente cultural ni por decreto.

Rafael Larrea: arquetipo del poeta tzántzico

Es una incongruencia que a una persona de esta laya, que nunca ha caminado por nuestras veredas, se le de gratuitamente la ocasión de “lucirse” tratando –muy sigilosa e hipócritamente- de envenenar el ambiente intentando decir algo malo contra el pensamiento o contra la tendencia ideológica de Agustín Cueva. Y no se trata de sectarismo, pero es que si estamos hablando de temas cardiovasculares, es impropio que se le de la palabra a un mediocre urólogo. Aquí me acuerdo que a un colega y paisano de este señor Valdano, escribidor de libros que nadie ha leído, Carlos Julio Arosemena calificó de “catador de urinarios”. ¿No será Valdano catador de urinarios del Opus Dei o algo parecido?



El inefable "intelectual cosmopolita" Juan Valdano


Este señor Valdano se jacta de un grupo cultural anodino que había creado en los años 60, y pretende ponerlo como ejemplo frente a las tendencias culturales que Cueva apoyó, el famoso grupo Tzántzico integrado por brillantes personajes que he conocido de cerca, como Rafael Larrea, excelente poeta; Ulises Estrella, cuya obra cultural merece respeto; Raúl Arias, poeta insuperable en su tendencia surrealista. Este Valdano es un cero frente a cualquier de ellos, pero pretende desautorizar a Cueva y descalificar a una tendencia cultural que hizo época, poniéndose él como ejemplo del “buen camino”. Liderzuelo de intelectualillos intrascendentes y conformistas, buenos trepadores, buscadores incansables de cargos públicos, medrosos sacristanes de la gran misa de la democracia cristiana que tanto daño le ha hecho al país, desde Hurtado a Mahuad: hombres del statu quo. Y por ahí, entre el recuerdo de estos “estadistas de la muerte”, asoma su cabeza de ratoncito en búsqueda de un trozo de queso para hincarle el diente. ¿Será que se está postulando para que le den próximamente el premio Espejo? Cosas iguales y peores se han visto en esta ínsula… ¡Apostemos que se cree merecedor del premio Espejo este publicador! Ha de tener buenas “palancas”. Una preguntita: mientras los Tzántzicos, “destemplados, aullaban”, el grupo de Valdano, aparte de santiguarse con agua bendita, ¿a qué se dedicaba? Estos niños modelo deben haber andado con el Manual de Carreño bajo el brazo.

4 poetas tzántzicos en el Quito de los 60s

¿De quién habrá sido la idea de permitirle escribir este prólogo ponzoñoso e impertinente a este encorbatado y fatuo fantoche que logra así salir del anonimato cultural? ¿Es que la “Revolución ciudadana” compagina con estos pelafustanes derechosos? ¿Será que en más de un sentido es colega del Ministro Vallejo? ¿Será que pertenecen a la misma fauna heteróclita adicta a la anfibología? Este anónimo señor Valdano que recién asoma su cabeza ¿será digno de qué clase de ridícula etopeya? ¿Será que a los dirigentes de esta colección del Ministerio y “El Telégrafo” los inspiró la musa Melponeme? ¿O habrá sido Talía? En todo caso nosotros somos amigos de la musa Clío que siempre nos ayuda a tener memoria, a tener una idea clara de dónde estamos parados, y a tener presente quiénes son “los enemigos del pueblo”. Aquellos que han hecho todo lo posible por impedir que la luz de la cultura y la democracia social llegue a las masas populares de nuestro país. Aquellos que con tal de prosperar, muy sinuosos y comedidos, acolitaron empresas políticas oligárquicas, antipopulares, siniestras, de las que se beneficiaron recibiendo buenos sueldos, y luego siguieron, modositos, dándose aires de “gente decente”, no iconoclastas, sino elementos en los que los que preconizan la injusticia social pueden tener total confianza: “Intelectuales modelo”.

Ha pretendido este insulso
oscurecer el pensamiento límpido de Agustín Cueva. Pero ahí está el libro
para que Agustín nos siga iluminando el camino de nuestros esfuerzos por crear una sociedad fraterna, no dominada por banqueros ni magnates de los que este tipo de plumíferos como Valdano son sonrientes y perfumaditos esbirros. Esta nueva reedición de los ensayos de Agustín resistirá tener este malafesivo prólogo. La gloriosa nave de su pensamiento descolonizador seguirá navegando pese a los rasguños de este edecán de Oswaldo Hurtado. No se por qué será que me acuerdo que en el libro El proceso sociológico ecuatoriano, Mentor Mera traía a colación lo que había dicho García Moreno de Juan José Flores. No se tampoco por qué vienen a mi memoria esos versos de Don Antonio Machado: “mala gente que camina, y va apestando la tierra…” Por eso nosotros debemos decirle: No pasarás, vanidoso deprimente. No pasarás, finolis, mejor sigue con tu hiperdulia, que sigas teniendo una buena eupepsia, piñufle, y que suspendas para siempre tus escabechinas. Déjate de estragar la cultura de nuestro pueblo,

pónte a vender manteca.


Carlos Lasso Cueva – Email: lassoascasubi@yahoo.es

1 commentaire:

Unknown a dit…

excelente mandada a la M. no sé cuál sea su posición frente a la "revolución ciudadana", pero de pronto llegar a saber de eventos como los relatados en este artículo no me sorprende... será porque ya hace un muy buen tiempo llegué a ver esa fotografía donde don rafico correa se encuentra en el gran brindis con el oswaldito hurtado; adoctrinado en la democracia cristiana desde pequeño... con razón ahora se va de muchas con la hillary.

pero bueno, además de no sorprenderme por ese lado, no me sorprende para nada por el lado del ministerio de cultura, aunque se mencione que el libro fue editado por el ministerio de educación... es que es obvio, teniendo a la erika silva como ministra...

pero, mejor no digo más, por empezar a hablar de caca la boca ya me supo a mierda