Quisiera preguntar a las personas que lean estas líneas, si han leído la introducción que escribió Agustín Cueva para el libro “Tiempos conservadores”. Es un ensayo de 18 páginas, titulado "El viraje conservador", en donde se describe la tendencia de la época que para nosotros
Me acuerdo de este ensayo porque el Ministerio de Educación del Ecuador, en su colección “Memoria de la Patria”, acaba de editar una colección de ensayos de Agustín, tomados de sus libros Entre la ira y la esperanza, Literatura y conciencia histórica de América Latina, Lectura y ruptura y El proceso de dominación política en el Ecuador. El título de este tomo es Literatura y sociedad en el Ecuador. Todo esto está bien. Lo malo es que se le ha permitido a un intelectual neoliberal, totalmente antagónico con el pensamiento de Cueva, hacer, para que se luzca, el prólogo. Y, de paso, exhibe en su ridiculum vitae (la definición, tan oportuna, es de mi admirado amigo el poeta Raúl Arias, a quien avisé desde Guayaquil del cometimiento de este insolente desaguisado) un montón de libros que ha escrito (son más de 30 creo… ¡qué gran desperdicio de papel!), que deben haber pasado muy desapercibidos porque yo jamás he visto siquiera la portada de ninguno de ellos. Y en conversaciones y discusiones con amigos escritores, jamás nadie ha mencionado un solo libro de este señor Valdano, al que conocemos exclusivamente porque desempeñó un alto cargo en el gobierno sucretrizador de Owaldo Hurtado. Esto indica que se trata de un mediocre. Un mediocre ampuloso que ha cometido una enorme indelicadeza. Un desconocido escribidor que no es referente cultural ni por decreto.
Rafael Larrea: arquetipo del poeta tzántzico
El inefable "intelectual cosmopolita" Juan Valdano
Este señor Valdano se jacta de un grupo cultural anodino que había creado en los años 60, y pretende ponerlo como ejemplo frente a las tendencias culturales que Cueva apoyó, el famoso grupo Tzántzico integrado por brillantes personajes que he conocido de cerca, como Rafael Larrea, excelente poeta; Ulises Estrella, cuya obra cultural merece respeto; Raúl Arias, poeta insuperable en su tendencia surrealista. Este Valdano es un cero frente a cualquier de ellos, pero pretende desautorizar a Cueva y descalificar a una tendencia cultural que hizo época, poniéndose él como ejemplo del “buen camino”. Liderzuelo de intelectualillos intrascendentes y conformistas, buenos trepadores, buscadores incansables de cargos públicos, medrosos sacristanes de la gran misa de la democracia cristiana que tanto daño le ha hecho al país, desde Hurtado a Mahuad: hombres del statu quo. Y por ahí, entre el recuerdo de estos “estadistas de la muerte”, asoma su cabeza de ratoncito en búsqueda de un trozo de queso para hincarle el diente. ¿Será que se está postulando para que le den próximamente el premio Espejo? Cosas iguales y peores se han visto en esta ínsula… ¡Apostemos que se cree merecedor del premio Espejo este publicador! Ha de tener buenas “palancas”. Una preguntita: mientras los Tzántzicos, “destemplados, aullaban”, el grupo de Valdano, aparte de santiguarse con agua bendita, ¿a qué se dedicaba? Estos niños modelo deben haber andado con el Manual de Carreño bajo el brazo.
4 poetas tzántzicos en el Quito de los 60s
Ha pretendido este insulso
Carlos Lasso Cueva – Email: lassoascasubi@yahoo.es
1 commentaire:
excelente mandada a la M. no sé cuál sea su posición frente a la "revolución ciudadana", pero de pronto llegar a saber de eventos como los relatados en este artículo no me sorprende... será porque ya hace un muy buen tiempo llegué a ver esa fotografía donde don rafico correa se encuentra en el gran brindis con el oswaldito hurtado; adoctrinado en la democracia cristiana desde pequeño... con razón ahora se va de muchas con la hillary.
pero bueno, además de no sorprenderme por ese lado, no me sorprende para nada por el lado del ministerio de cultura, aunque se mencione que el libro fue editado por el ministerio de educación... es que es obvio, teniendo a la erika silva como ministra...
pero, mejor no digo más, por empezar a hablar de caca la boca ya me supo a mierda
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