mardi 4 mars 2008

10/80 VENENO PARA POETAS


K-Oz Editorial

Anuncia su primera
Antología poética generacional
desde “las tierras del centro”

10/80
Veneno para poetas
(10 poetas ecuatorianos de los 80)


1. Alfonso Chávez Jara, Villa La Unión, 1956- Riobamba 1991
2. Leopoldo Tobar Salazar, San Gabriel, 1956
3. Alfredo Pérez Bermúdez, Guayaquil, 1956
4. Eduardo Morán Núñez, Guayaquil, 1957
5. Roy Siguenza, Portovelo, 1958
6. Francisco Torres Dávila, Quito, 1958
7. Diego Velasco Andrade, Quito, 1958
8. Pablo Yépez Maldonado, Ibarra, 1958
9. Fernando Balseca Franco, Guayaquil, 1959
10. Fernando Itúrburu, Guayaquil, 1960




Con prólogo del poeta ecuatoriano radicado en México:
Fernando Nieto Cadena
AQUÍ
UNA MUESTRA
DEL 10/80
MUY PRONTO A LA VENTA EN
KIOSCOS, FERRETERÍAS Y PANADERÍAS
DE CUALQUIER ESQUINA
DE SU BARRIO


ENTREGA NÚMERO 1



ALFONSO CHAVEZ JARA,
(Villa La Unión 1956- Riobamba 1991)

A finales de los setenta integró el Taller Joaquín Gallegos Lara, junto con Rafael Larrea y Alfonso Murriagui, hermanos de poesía y de convicciones. Alfonso Chávez, fue el promotor del Taller de Literatura Sacapuntas de Riobamba, en la década del ochenta y de la revista del mismo nombre. Una nueva generación de poetas de Chimborazo, surgieron con este impulso. La poesía de Alfonso Chávez intenta fustigar a la conciencia, a la función del poeta y a la situación social de su época. Pero hubo además en el poeta, una incansable acción para democratizar los procesos culturales cuando presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Chimborazo.



Bibliografía

El cucho de la tierra (época colegial)
Canto de Vuelo Firme, 1979
Inquilina Noche, 1983
La Medianoche Sacude la Memoria, 1990
Instantes, 1999. (Libro póstumo)

K-Oz Editorial en el año 2002, publicó la antología poética Tanta vida y jamás…Como un homenaje a su obra, injustamente anónima y casi desconocida en su propio país.



De Canto de Vuelo Firme, 1979


CARTA PARA UN TUMULTO
ENSOMBRECIDO


Navegamos contracorriente, compañeros.

Lo previsto se dio,
las golondrinas,
negras anunciaron:
la tempestad volvió roja el agua que
bebemos,
—bebemos nuestra sangre, compañeros—.

Nada más por hoy callemos,
cuando el sol brille sonriente a todos,
cantaremos rotundo
la cueca que guardamos.

Navegamos contracorriente, compañeros.

Inermes están los cuerpos,
pero sus sienes laten con nosotros
y se suman a diario nuevos cuerpos
—espirales de hierro
templadas bruscamente en nuestro estadio
nacional—
y a sus cuerpos se suma nuestra ira:
la esperanza del cobro de la deuda.

Navegamos contracorriente, compañeros.
Allende nadó contracorriente,
con sus brazadas constantes
se sintió
impotente.

No encontró la balsa.
Hemos logrado conseguir la nave,
tenemos también el viento salvador,
¡confiemos en nuestras fuerzas!
y con constancia:
cautelosos,
silenciosos,
en clave
¡tomemos duro el timón de nuestra nave!,
tanto
que cuando la creciente sacuda sus aguas
nos encuentre alertas
y no tardemos en dominarla
¡confiando en nuestras fuerzas!,
con constancia
confiando en nuestras fuerzas.

Navegamos contracorriente, compañeros.

El Mapocho espuela su potro,
nos dice:
“así deben marchar”.

¡Vamos compañeros, adelante!
mi palabra se viste de esperanza
para deciros:
muchas flores renacen
en jardines de latitudes lejanas,
naveguemos que junto a todos
los que ansiamos Libertad,
pronto,
estaremos en un abrazo
de una sola intención multiplicada.

¡Vamos compañeros, adelante!
la hora de llegar al mar
se acerca,
ya sus aguas cristalinas
nos mandan mensajeras:

las gaviotas.

1 commentaire:

Joe a dit…

Para el proximo eventoi de estos avisen para participar tambien que no solo de narrativa y fotografia vivo por ahi sale mi refilon poetico XD