vendredi 26 septembre 2008

NOVÍSIMA POESÍA ECUATORIANA 3



ALEXIS CUZME
(Manta, 1980)


gula

Cadáveres. Sazón. Recetas.
El lamento caníbal responde al llamado interno.

Empieza la elección:
embriagarse de grasa,
triturar tripas aliñadas.
Se emprende el curetaje al ano con labios.

Masacre:
mosaico de caricias, sangre, fogón.
La vagina dental succiona el gusto de los dedos.

Sacrificios. Empalamientos.
¿Quién detendrá a los Polifemos en su hambruna?
¿quién protegerá a los becerros que Moisés odia?
¿quién taponará los caños
que besan, eructan y devoran sin piedad?

Imperan los asesinos.
Sin casta. Sin raza.
Con tridente y cucharón.

Y no basta con los gritos de las vidas
que prolongan otras vidas.

(postmortem)


Ma. de los ÁNGELES MARTINEZ
(Cuenca, 1980)




ROSA TíPICO

Cómo hablar del cansancio
sin cansarse.
De la fatal ausencia de la pasión
sin llorar.
Como un árbol seco,
talado, incinerado…
¿qué sé yo? –supongo que al menos un ecologista me entiende-.

Si las metáforas
se me precipitan
y se me rompen
y me rompen
es por eso:
porque hubieron dos,
que siempre fueron dos,
pero tan cada uno.Frases comunes,
cursis, mal escritas
pero maleducadamente ciertas.


DAVID GUZMÁN
(Quito, 1980)




IV

Sangre, es de sangre la trama de la fuerza.
En el sueño una mujer sembrará sauces de secretos.
Qué dolor, los sordos están llenos de silencio.
El lagar se halla cercano, el lagar está cerca.
El rosa, el lila, el leve pardo,
Los aromas, niñas jugando. Y el naranja,
La noche estrellada, la más cercana.
Las piedras piden alguna suavidad de plumas,
Un lecho de hierba.
Las manos intentan morder la altura insólita del aire,
¡tan alto han puesto el aire!
¡Despierta! Un sueño la escalera, ¡Despierta!
Un sueño la silla, el geranio, la mesa.
¡Despierta! No, no. Nunca duermo: nunca despierto.
Al fondo del sueño se hallarán
Los únicos despiertos: los muertos.
He de intentar volver a casa cuando olvide dónde,
En qué espacio del pasado, perdida,
Perdura la casa que fue mía.
No importa que todos seamos el mismo muerto venidero,
Allí está un mirlo, eso es todo, allí está el mirlo
Y una muchacha ha sembrado sauces sagrados en el sueño.

(Poema escrito sin aliento)


SANTIAGO VIZCAÍNO
(Quito, 1982)




XV


Ese muro ennegrecido de sudor y grito.
Esta tierra devastada
donde el silencio muerde
como diente de centauro.

Aquí ansiamos la muerte,
pero ella golpea mis muslo,
masculla en mi oído
y se va
como una asquerosa mosca.

(Las manos en la tumba)



MARCELO VILLA NAVARRETE
(Quito, 1982)




trompo

habrá que profanar la memoria de fuego
cuando entre el espejo y la carne
haya infinidad de pancartas y cicatrices
y no el intruso que esperábamos
habrá que hacer una tregua
con los fantasmas
y no atizar su algarabía helada
habrá que entregarse a la lluvia
con la desnudez perpetua
habrá que profanar la memoria de fuego

CONTINUARÁ...